Diario de Queretaro

Relata abogado los nexos que mantuvo con “El Chapo”

- MAURIZIO GUERRERO/ Correspons­al

ocasiones.

Nueva York, 5 Dic (Notimex).-El abogado colombiano Germán Rosero admitió hoy que entre 1998 y 2006 fungió como enlace entre el Cártel del Norte del Valle, en Colombia, y el mexicano Cártel del Sinaloa, y que se encontró con Joaquín “El Chapo” Guzmán entre seis y ocho ocasiones.

En su segundo y último día de testimonio­s, Rosero explicó que los encuentros que sostuvo con Guzmán Loera fueron siempre en la zona del Triángulo Dorado, entre los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.

Contó que todos sus encuentros, realizados en tres o cuatro fincas, tenían un patrón similar. Se comunicaba con un contacto de Guzmán, éste lo transporta­ban a Culiacán, donde pernoctaba para el otro día partir en avioneta hacia las fincas en la sierra.

Su primer encuentro con Guzmán fue en una casa que definió como “sencilla, pero bonita”, con un portón grande de madera, una piscina y una palapa. Rosero se sentó a una mesa con Guzma?, en una propiedad que contaba con guardias armados con rifles AK-47.

Recordó que Guzmán usaba ese día una gorra de beisbol, un accesorio que Rosero lo vio utilizar en varias ocasiones. Ese primer encuentro fue en una finca “muy cerca de Culiacán”, precisó Rosero.

Los encuentros finales, sin embargo, eran en sitios cada vez más aislados en la sierra del Noroeste de México, y en casas cada vez más austeras. Rosero incluso calificó las viviendas como “humildes”, aunque con “muchísimos guardias” armados.

Guzmán, quien siempre iba armado con una pistola, en una ocasión lucía también un rifle AK-47 chapado en oro y con incrustaci­ones de piedras preciosas. No obstante, Rosero nunca lo vio entrar en contacto con drogas

El transporte a las fincas de Guzmán se realizaba en avionetas Cessna que parecían muy desvencija­das, declaró Rosero.

Según la versión del testigo, el temperamen­to ecuánime de Guzmán quedó revelado en una ocasión en que fue confiscado un cargamento con 12.5 toneladas de droga que esperaba el Cártel de Sinaloa.

Guzmán respondió a Rosero que “debíamos seguir adelante”, y que era preciso “echarle ganas”, y mantener la cooperació­n entre ambas organizaci­ones.

Rosero coordinó un primer cargamento de tres toneladas de cocaína en 1998 de Colombia para México, para luego retomar su labor de enlace en 2001. En total, Rosero coordinó el envío de cerca de medio centenar de cargas de cocaína a México.

Antes de su labor como enlace en México, Rosero fue el vínculo entre el líder del Cártel del Norte del Valle y la clase política de Colombia.

En ese sentido, reveló que él personalme­nte pagaba a senadores colombiano­s sobornos de 100 mil dólares por persona en el año 1997.

Rosero indicó que además sobornaba a los legislador­es de la Cámara de Representa­ntes con 42 mil dólares por persona a fin de que aprobaran una ley de extradició­n no retroactiv­a.

Rosero, asentó que los pagos se realizaban en un cuarto de hotel en Bogotá, donde los legislador­es acudían a recibir un sobre con dinero.

Interrogad­o por el abogado defensor de Guzmán, Eduardo Balarezo, Rosero manifestó que él pagó un total de entre cinco y seis millones de dólares a los congresist­as colombiano­s en el año 1997.

Su testimonio coincide con lo revelado anteriorme­nte por Juan Carlos “Chupeta” Ramírez, líder del Cártel del Norte del Valle, que había asegurado haber pagado por lo menos 10 millones de dólares al Congreso colombiano para que aprobara una ley de extradició­n favorable.

Ese año, el Congreso en efecto aprobó una ley que restauraba la extradició­n de criminales de Colombia a Estados Unidos aunque la regulación no sería retroactiv­a.

Así, los líderes de varios cárteles que en ese momento se encontraba­n en prisión en Colombia evitaron la extradició­n a Estados Unidos, entre ellos el propio Ramírez, quien se entregó en 1996 a la justicia colombiana.

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/Notimex colombiano Germán Rosero admitió que entre 1998 y 2006 se encontró con Joaquín “El Chapo” Guzmán entre seis y ocho

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