Fue operado de emergencia
Como resultado de la caída registrada durante un concierto, el cantautor fue operado por un pequeño coágulo en el cráneo
Joaquín Sabina nunca imaginó que concluiría su cumpleaños 71 en un hospital, en el que ingresó luego de caer del escenario en pleno concierto, y apenas unas horas después fue sometido con éxito a una intervención por un "pequeño coágulo" en el cráneo, y se reportó que luego de la cirugía permanecía "estable".
El parte médico facilitado a los medios de comunicación, apostados a las puertas del centro médico Rúber Internacional de Madrid, indica que a consecuencia de la caída, el artista sufre "traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico".
"Muy nervioso" se ha confesado en la entrada de ese hospital su histórico "mánager", José Navarro "Berry", quien probablemente ha vivido las últimas horas más angustiantes de su representado, lo que en la vida de Sabina es decir mucho.
El accidente se suscitó el pasado miércoles, cerca de las nueve de la noche en el Wizink Center de Madrid, donde Sabina compartiría una velada triunfal junto a su amigo Joan Manuel Serrat en la gira “No hay dos sin tres”.
Sabina relevaba a Serrat justo después de que este interpretara "Los amigos". En medio de un discurso sobre el mar Mediterráneo, perdió pie al borde del escenario y, como consecuencia, se precipitó al foso, desde casi dos metros de altura, desapareciendo de la vista del público.
Las alertas saltaron. Las redes explotaban
SE DETALLÓ que el artista sufrió un traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico, por lo que padecía mucho dolor
con miles de videos recogidos por los presentes e incluso se propagaban versiones que aseguraban que el músico se había desmayado.
Sin embargo, la promotora del evento precisó que la causa del accidente fue una caída por un foco que lo había deslumbrado y que nunca perdió la consciencia. De hecho, tras ser retirado en camilla y examinado por los servicios sanitarios, regresó ante su público en una silla de ruedas empujada por Serrat.
"Estas cosas sólo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo", se disculpaba Sabina, aquejado de un fuerte dolor en el hombro que requería ser atendido en un centro hospitalario, una necesidad que su representante confirmó, al detallar que padecía tres fisuras limpias en el hombro izquierdo.
Después de pasar "una buena noche", la alarma parecía sofocada, sobre todo tras la premura con la que la promotora y los propios Sabina y Serrat se habían apresurado en ofrecer la fecha del 22 de mayo como la oportunidad de retomar el concierto cancelado, para el que serán válidas las entradas del miércoles.