El campeón, a escena
EN OTRO ATRACTIVO PARTIDO, CHELSEA VISITARÁ AL ATLÉTICO DE MADRID EN BUCAREST
El Bayern Múnich campeón de todo empieza este martes en el Olímpico de Roma contra el Lazio, la fase de eliminación directa de la Liga de Campeones, tras la resaca posterior al triunfo en el Mundial de Clubes con el único destino en la mente: la final del 29 de mayo en Estambul.
Los hombres de Hansi Flick deben dejar atrás una semana desastrosa en la que cedieron cinco puntos en la Bundesliga, con un empate ante el modesto Arminia Bielefeld y una derrota ante el Eintracht Fráncfort, lo que hizo que su ventaja sobre Leipzig se redujera a dos puntos.
Las razones para el bajón del Bayern, justo después de ganar el Mundial de Clubes, tienen que ver sin duda con el desgaste a que se había sometido el equipo a lo largo de esta temporada y, ante todo, con una serie de bajas sensibles.
La baja más grave ha sido la de Thomas Müller, que dio positivo de coronavirus cuando el equipo todavía estaba en Qatar. Sin Müller el Bayern es otro equipo, menos variable en ataque y con menos movilidad. Además, es claro que Robert Lewandowski extraña demasiado a Müller con quien se entiende a ciegas.
El equipo de Simone Inzaghi, uno de los técnicos más preparados de Italia a nivel táctico, ya demostró en la fase de grupos tener las capacidades para dar la sorpresa ante equipos a priori más preparados y logró doblegar 3-1 al Borussia Dortmund en la fase de grupos.
Sus fuentes de juego son el internacional español Luis Alberto, que ya suma siete goles en la Serie A (no marcaba tanto desde 2018), y Milinkovic-Savic, un centrocampista alto más un metro y noventa que ofrece una aportación técnica y física.
No hay particulares dudas a nivel de once en el Lazio. Inzaghi apostará por el español Pepe Reina, ex del Bayern, en la portería, con el también español Patric Gabarrón, Fracesco Acerbi y el argentino Mateo Musacchio en defensa.
ATLETI EN DESVENTAJA
Ya de por sí el rival en los octavos de final de la Liga de Campeones, el Chelsea, es exigente para el Atlético de Madrid, aunado a todo ello están las circunstancias: en Bucarest, lejos de su territorio, mermado por las bajas, en duda por los resultados y enfrentado con la adversidad.
La pandemia y las consiguientes restricciones para la llegada de ciudadanos procedentes del Reino Unido a España para contener la propagación de la cepa británica del Covid-19, prorrogadas hasta el 2 de marzo, le privan de su refugio, su lugar más confortable. Es una desventaja, porque ahí sólo ha caído en seis de sus 91 partdos .