Julio Cabrera

Decía Octavio Paz que la otredad empuja a los seres humanos a buscar al complemento del que fueron separados. Veamos pues.

Claro que el Querétaro de hoy no es ni será el mismo de ayer, ¿habrá quién piense lo contrario? El paso del tiempo es implacable, al menos en este rincón del universo que nos tocó para vivir. A nuestro estado nadie le regaló la vanguardia, ni el dinamismo, tampoco ese lugar protagonista que ocupa en México y que además lo ha puesto en el mapa mundial.

Mucho se ha dicho que Querétaro ha tenido buenos gobernantes en las últimas décadas y que cada uno con su estilo ha entendido la época y el momento. Lo cual hace sentido porque los resultados se ven, se notan y se pueden contrastar.

Fuera del tema político, yo quisiera destacar un atributo que percibo desde mi modesta óptica en la mayoría de la gente que aquí vivimos.

Es cierto que hoy la población local está compuesta en buena medida por aquellas y aquellos que llegaron aquí por la razón que haya sido. Esto nos hace una sociedad plural y diversa que encuentra una fortaleza única en las coincidencias.

Hace tiempo escuché a una persona que no nació por estos rumbos pero que aquí ha hecho su vida; decir que: “Querétaro te adopta o te adapta” no se si la frase es propia o fue heredada, pero que razón tiene.

En las ciencias sociales hay un término llamado “otredad” que aunque tiene muchas aristas, guarda un común denominador en destacar la capacidad del ser humano de respetar, reconocer y poder vivir armoniosamente en diversidad. Bajo esta óptica creo que en Querétaro tenemos esa inercia de mirar hacia el mismo lado, quizá por diferentes caminos, pero siempre al mismo lado. Aquí sabemos bien que quien se conforma, siempre termina siendo rebasado por la realidad.

La parte ciudadana ya está en marcha hace mucho, en junio son las elecciones y quienes lleguen al poder tendrán que entender que no llegan a despegar un avión desde el aire.

En efecto, este avión vuela y debe volar siempre alto.

Nos leemos el próximo jueves.