Campañas electorales y economía
D(PRIMERA PARTE)
Dos amables lectores me pidieron ampliar primero cuáles eran las diferencias entre las propuestas de gobierno, de los tres principales candidatos a la presidencia de la República Mexicana, sobre todo en materia energética; en segundo lugar, si era conveniente utilizar los recursos de las Afores para financiar actividades productivas como las del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. esgraciadamente la falta de espacio no permite extendernos en estos temas, por lo que sólo nos queda tratar de explicar dichos temas con ciertas limitaciones y sin tecnicismos. Lo principal es detectar donde nos ubicamos, cuando a diario escuchamos pronunciamientos como que antes “Pemex producía 3 millones de barriles diarios y con el actual gobierno federal la producción bajó a un millón cuatrocientos mil barriles”, por otra parte, que la “Reforma Energética fracasó y no dio resultados, por lo que ahora se encarecieron los energéticos”, también que se “incrementó el desempleo en el sector” y así por el estilo.
Por otro lado, tal vez lo más relevante sea comenzar estableciendo los hechos. Primeramente, que los precios de los petrolíferos se fijan a nivel internacional con base a la oferta y demanda de los mismos en los mercados globales, por lo que culpar a Pemex de los aumentos a las gasolinas, cuando importa anualmente 65% de sus gasolinas e importa 75% de sus petrolíferos, principalmente de Estados Unidos de América, es un despropósito. Decir que están cerrando empresas del ramo y se pierden a diario empleos del sector, si bien es cierto, también es un despropósito.
Lo que conviene destacar en primera instancia es que si bien la falta de oferta por la baja en la producción de petrolíferos en México implicó importar gasolinas para satisfacer la demanda interna, éste es un hecho, aunque no es, la razón de sus precios al alza. Por otra parte, si bien una de las causales del desabasto interno tiene que ver con la declinación de la producción de crudo, también el aumento de la demanda de gasolinas por el incremento de vehículos automotores ocasionó una mayor importación de gasolinas, donde los incrementos internacionales de los precios de referencia del crudo agravaron la situación.
Todo esto, aunado a una mala conducción del sector, donde Pemex durante años contribuyó con 35% o más del presupuesto público, también sirvió para subsidiar y pagar los recurrentes déficits fiscales, precisamente porque era más fácil financiar los déficits de gobierno, con deuda externa y pagarlos con más petróleo, es decir con más subsidios de gobierno, que con recursos fiscales inexistentes, que hicieron insostenible la situación financiera de esta empresa paraestatal y su inviabilidad a largo plazo. De ahí, la Reforma Energética.