Evolucionismo y el hombre
Han surgido diferentes teorías para explicar la aparición del hombre sobre la Tierra. El evolucionismo se ha convertido en una hipótesis científica, que no se contrapone a la creación, para explicar el nexo genético y los antecedentes biológicos de los seres vivos. Aunque el hecho de la evolución es aceptado actualmente por casi todos los estudiosos y admite argumentos a favor por parte de la paleontología, de anatomía comparada, biogeografía y de la embriología, han surgido diferentes teorías evolucionistas. Es interesante apreciar que algunos estudiosos han querido ver en San Agustín un precursor de las teorías evolucionistas, ya que admite, explicando en el Génesis, que Dios haya creado a los animales en forma embrional, «rationes seminales», de las que, presentando condiciones aptas, se habrían desarrollado los organismos adultos.
La iglesia no ha condenado algo acerca del evolucionismo, desechó al materialismo que no es una teoría científica, sino más bien una posición filosófica; pero si el evolucionismo pretende eliminar el finalismo y la creación, entonces se convierte en una ideología o teoría filosófica. Al admitir una evolución natural, dinámica, finalista y jerárquica, es inevitable concebir al hombre como el vértice de este proceso.