Vaivenes de la educación en México
La educación es uno de las preocupaciones de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, resultante de la Cumbre de septiembre del 2000, de los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo. Son ocho propósitos que han marcado las naciones para luchar interna y colectivamente contra la pobreza extrema en varias dimensiones, el medio ambiente y el desarrollo.
El derecho elemental a una vida digna y la apuesta de la sociedad por un mejor mañana exigen superar mundialmente nuestras carencias, a través de erradicar la pobreza y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre géneros y la autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir las enfermedades más extendidas, garantizar el sostenimiento del medio ambiente y fomentar una asociación mundial para el desarrollo.
Como objetivos son incuestionables, y las naciones se comprometieron a realizar sus informes respectivos diez años después, evaluándolos para observar su cumplimiento. En particular, en el informe de avances 2010, México reportó lo que venía registrándose desde la década de los 90: en 2010 el país ya contaba con una cobertura universal en la enseñanza primaria y prácticamente todos los niños la concluían. La tasa neta de matriculación en primaria se había incrementado a la par del crecimiento de la población en edades de entre 6 y 11 años.
Por cierto, ese periodo de 20 años se distinguió por el
El informe
de avances 2010 ya asentaba que la diferencia de inscripción por sexo en todos los niveles prácticamente se había eliminado; aunque continuaban las diferencias socioeconómicas; por ejemplo, en la incorporación de las mujeres al mercado laboral, en los salarios inequitativos, en la representación política, etcétera.
aumento de la cobertura en educación. Para entender mejor nuestro sistema educativo mexicano, no huelga decir que, de los 90 al 2010, la matriculación en educación preescolar se había duplicado.
Asimismo, la tasa de matriculación del nivel secundaria en los mismos veinte años se había incrementado en una tercera parte. Son datos son relevantes para quienes están conscientes de la relación inversa entre cobertura y calidad: al incremento de cobertura puede esperarse un descenso momentáneo de la calidad y al revés.
El informe de avances 2010 ya asentaba que la diferencia de inscripción por sexo en todos los niveles prácticamente se había eliminado; aunque continuaban las diferencias socioeconómicas; por ejemplo, en la incorporación de las mujeres al mercado laboral, en los salarios inequitativos, en la representación política, etcétera.
El comportamiento de la variable poblacional es muy importante, desde los años 70 el número de nacimientos ha mostrado una tendencia descendente, al pasar de 6.7 hijos en promedio por mujer a 2.3 en 2010, según el último Censo de Población y Vivienda. En adición, si se compara la tabla de natalidad que presenta el INEGI, del año 2010 a 2017, el número de nacimientos ha disminuido 15%.
¿Qué empezó a pasar de 2010 a 2016? No lo entiendo bien. Algo afectó a México en ese periodo, como se observa en algunas variables del monitoreo que el gobierno mexicano hacía de la educación y que reportaba a la Unesco. Esa plataforma muestra retrocesos hasta en cumplimientos donde se había levantado bandera blanca. El tema requerirá de un análisis por separado.