La economía de la transición 2018 (I)
Las últimas semanas hemos sido testigos de diversos eventos que dan cuenta de la manera como estará gobernando el nuevo gobierno federal, por lo que a un mes y medio de tomar las riendas de este país, ya se nos muestran varias de sus facetas, que para algunas personas requerirán de mayor información o explicación, ya que los ciudadanos mexicanos están ávidos de buenas noticias.
En este sentido el actual gobierno electo deberá lograr la solución a las problemáticas más complejas de los mexicanos, como la inseguridad, la pobreza, la justicia, los altos índices de corrupción e impunidad, los requerimientos de empleo y el incremento en los niveles de bienestar de todos los mexicanos, entre los más ingentes, so pena de terminar en un gran desprestigio, por no poder cumplir sus promesas de campaña.
Por principio de cuentas, podemos visualizar que desde la perspectiva económica, existen algunos temas que seguirán ligados íntimamente al desarrollo de México, por ejemplo, la reciente renegociación del TLCAN, ahora USMCA (por sus siglas en inglés); la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, que tendrá que localizarse en cualquiera de las dos ubicaciones que se están señalando; las grandes inversiones en el tren Maya del Sureste y la construcción de una nueva refinería en Tabasco. Dentro de estos cambios, también podemos considerar el nuevo presupuesto de egresos, que se promete y traerá ciertas novedades que pueden cambiar la inercia presupuestal de las administraciones anteriores; la incorporación de 50 mil jóvenes, a una guardia nacional la que todavía no se especifica los cómo, los cuándos y con qué presupuesto, se va a financiar dicha propuesta y así por el estilo; de hecho, podemos añadir un sinnúmero de proyectos y propuestas, no menos relevantes.
Sin lugar a dudas, nuestra futura relación múltiple o bilateral con otros países como los europeos o asiáticos, marcarán la agenda económica del comercio internacional de nuestro país, ya que como aquí se ha insistido el potencial que representan los negocios internacionales no tendrá límites. Para ello, es menester que comprendamos que México no está comenzando de cero y que apuestas como la que sostenemos aquí, que implican un apoyo decidido al impulso de las inversiones en los estados y municipios costeros de nuestro país, a través de grandes proyectos de innovación tecnológica, financiados en su mayoría por la industria privada o en asociaciones público-privadas, provocarán necesariamente la detonación del desarrollo de dichas entidades federativas y municipios respectivos. Como se entiende aquí, en términos económicos la así denominada Cuarta Transformación 2018 tiene que ver con un gran cambio de paradigma, que se debe reflejar en el bienestar de las grandes mayorías de los habitantes de México, en particular de las que habitan en las regiones costeras del país, que son de las más pobres. Aunque tiene que ver con grandes obras de ingeniería de infraestructura o de obra pública y privada, el objetivo es el beneficio directo a la población asentada a lo largo de las zonas costeras del país, por lo que no se refiere a promociones de imagen de los gobiernos en turno, ni a grandes programas de subsidio asistencial de los grandes conglomerados poblacionales, aunque se sigan realizando.
Tiene que ver con el apoyo decidido al desarrollo marítimo y portuario de México, en los siguientes cinco años, con énfasis en el desarrollo urbano y regional costero. Todo ello implicará acercarnos más a los países del orbe, entre los que están los países asiáticos, con gran intercambio comercial con China, Japón y demás países asiáticos. Por el lado europeo, necesitamos incrementar sustancialmente los vínculos comerciales necesarios con los países de la Unión Europea, más los países del Commonwealth, liderados por la Gran Bretaña. Por supuesto con los países del Medio Oriente, África, Latinoamérica y Oceanía.
Todo lo anterior, mediante el impulso al comercio internacional por la vía marítima, con una marina mercante competitiva, con la explotación racional y sustentable de los recursos marítimos y costeros, impulsando las costas y mares de México, lo que representará la oportunidad histórica de duplicar nuestro Producto Interno Bruto en sólo cinco años. Tanto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como la Secretaría de Marina, la de Turismo, la del Medio Ambiente y la de Economía, tendrán que ir en esta cruzada a favor de los estados y municipios costeros, con un beneficio neto para todo el país. Ahora o nunca. (Ver link: https://issuu.com/revistaarmas/docs/revista_503_completa, Páginas 20-22 y 24-28, de la entrevista y la primera parte artículo).