Santos despidió al campeón
NUEVA ORLEÁNS, EUA, 13 de enero.Se acabó el reinado de Filadelfia en la NFL.
Tuvieron todo a su favor para regresar a la final de la Conferencia Nacional, pero un grave error de una de sus principales figuras (Alshon Jeffery) terminó por esfumar las esperanzas del bicampeonato.
Las Águilas cayeron 20-14 ante los Santos de Nueva Orleáns, el primer sembrado de la NFC y que la próxima semana recibirá en el Mercedes-Benz Superdome a los Carneros de Los Ángeles, con el pase al Super Bowl LIII en disputa.
EL JUEGO
El partido sufrió una serie de contrastes de principio a fin.
Desde el arranque, apenas en la primera jugada, la defensiva visitante logró una intercepción que un par de minutos después Nick Foles se encargaría de convertirla en touchdown. Las Águilas pegaron primero y minutos después lo harían por segunda ocasión, gracias a un acarreo de una yarda del propio mariscal de campo.
Filadelfia sacó ventaja de 14 en los primeros 10 minutos, y de ahí en fuera se secó a la ofensiva. No volvieron a colocarse en zona roja, Foles falló envíos de rutina y el ataque terrestre fue incapaz de mover las cadenas. Poco a poco se fue metiendo en la contienda los Santos, que volvieron a adolecer los problemas de sus últimos partidos.
Michael Thomas y Alvin Kamara son las únicas armas confiables para Drew Brees y parecen ser más que suficientes. Entre los tres trajeron de vuelta a Nueva Orleans, anotando diez puntos en el segundo cuarto, siete en el tercero con TD de Thomas y tres sobre el final con un gol de campo de Wil Lutz.
Sobre el final, Filadelfia iba a tener una última oportunidad de avanzar a la siguiente etapa. Lutz falló un gol de campo de 52 yardas que liquidaría la contienda, por lo que Foles tuvo el ovoide cerca de medio campo con casi tres minutos en el reloj.
Parecía tiempo suficiente para que las Águilas lograran levantar su vuelo, y así fue hasta que llegaron a la zona roja. Foles apresuró una jugada que Alshon Jeffery, el hombre clave del último Super Bowl, y el receptor cometió uno de los peores errores de su carrera que terminó con la intercepción de Marshon Lattimore. El juego estaba decidido.