Posible, reclasificar tarifas de la CFE
En el lenguaje coloquial actual el senador Ricardo Ahued Bardehuil podría dar un batazo de cuatro esquinas si llevase a los hechos sus palabras de exigencia de reclasificar las tarifas de energía eléctrica para Veracruz y que sean de aplicación preferencial en sus distintas modalidades, considerando que éste es un importante estado generador de electricidad con la única planta nucleoeléctrica del país.
La posibilidad de lograrlo no es remota, hay argumentos sólidos tratándose de una entidad que aporta enorme riqueza al país con sus yacimientos de petróleo y gas, agua, producción agroalimentaria, pesca, turismo y actividad portuaria e industria de la transformación. Si Ahued exige justicia y evita, como señala, el desprecio con que han tratado a Veracruz los sucesivos gobiernos de la República, tendrá el reconocimiento ciudadano como ningún otro senador por la defensa que haga de los intereses de los veracruzanos, sin excepción, que cada bimestre sufren de increíbles abusos en los cobros de recibos de consumo de energía eléctrica. Lo de condonar las deudas de los usuarios de la CFE es otra historia, muy debatible, por encima de ese ofrecimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tabasco y Yucatán, que debería limitarse sólo a casos de uso doméstico y agrícola, no general, como se pretende bajo el argumento de ser un gesto de justicia social, dicho por el director de la empresa, Manuel Bartlett Díaz. No lo es, cuando millones de consumidores pagan puntualmente este servicio y perdonar deudas a otros es tanto como fomentar la morosidad. Sin embargo, sí resulta sensato pedir la reclasificación tarifaria para la entidad veracruzana. Hay industrias que han cerrado debido a los altos costos de la energía eléctrica, ahoga a cientos de empresas tan importantes como Tamsa o de la industria hotelera que, hace poco, intentaron iniciar un movimiento de protesta contra la CFE, que no llegó a un acto de resistencia civil para dejar de pagar los altos recibos de luz como hace más de una década ocurrió en Palma Sola, La Antigua y algunos fraccionamientos del norte del municipio de Veracruz, encabezado por Francisco Morales
Fernández, conocido como el Potro, que tuvo una gran repercusión. Hay la opinión de que la CFE puede elevar sus ingresos para mantener sus finanzas sanas, con sólo combatir el robo de electricidad en colonias y fraccionamientos, mercados y tianguis, pero aún más si cobra las elevadas deudas a gobiernos estatales, municipales e instalaciones educativas y religiosas, así como a organismos operadores de agua potable, que no pagan por este servicio. Acaso también deba limitarse hasta cierto consumo la prestación social a los propios trabajadores de la CFE que gozan de exención en el cobro de luz, del cual han abusado en nombre de este logro sindical. En fin, la intención de Ahued es alentadora si mantiene su palabra y la lleva a los hechos. Esperemos que pueda lograrlo.
ZAIDA LLADÓ TAMBIÉN SE BAJA DEL TREN PRIISTA
Tras la renuncia de Zaida Alicia Lladó Castillo en su aspiración del liderato del PRI estatal, bajo el argumento de no poder cumplir con el pago de inscripción de 150 mil pesos, sólo quedan en la pelea para la presidencia y secretaría general Adolfo Ramírez Arana, a quien la maestra Silvia Domínguez López le dará muchos votos; Carlos Aceves Amezcua, que también tiene en Marilda Elisa Rodríguez Aguirre un respaldo importante, y desde luego el incansable Marlon Ramírez Marín y Arianna Ángeles Aguirre. Ellos, aparte, van a hacer amarres con los que abandonaron la pelea, y será interesante quiénes tienen la habilidad para hacerse de esos apoyos. Formalmente hoy inician sus actividades proselitistas entre la militancia priista.