El mundo “naif” de María Inés Aldao
La pintora argentina María Inés Aldao no le teme al color, a los contrastes. Tampoco a crear personajes que habitan mundos oníricos, fantásticos. Con su mirada de niña, que acepta amar profundamente, tanto como su capacidad de asombrarse cada día con lo que halla a su paso, la artista va al pasado y regresa a su presente para concebir piezas en las que queda implícita la alegría por la vida.
Producto de su constante trabajo artístico, actualmente tiene en exposición una serie de once acuarelas y un óleo, que resultan un homenaje a la primavera.
En los cuadros se puede ver flores, mariposas, aves, conejos y un sinfín de paisajes enmarcados en la corriente artística “naif”, caracterizada por la ingenuidad y espontaneidad, así como los colores brillantes.
Hay, además, un pedacito de las experiencias de la pintora, quien en sus últimos trabajos comparte que le ha sido inevitable remontarse a su infancia.
“Ver un cielo azul brillante y en el horizonte la cordillera
eterna; caminar por la sombrita amable de los plátanos que habitan la ciudad desde hace tantos y tantos años, que resulta difícil adivinarles la edad. Ver correr el agua cristalina por el zanjón, dejarme sorprender por los colores suaves y terrosos que pintan la ciudad, y caminar por sus calles planitas de veredas anchas y limpias. Encontrarme en la mirada amorosa de papá, coincidir con los afectos de toda la vida…
Y así llega la inspiración y con ella una nueva serie que nos platica desde el mundo mágico de mi niñez”.
María Inés Aldao, quien es arquitecta y artista plástica, ha expuesto en distintas galerías. Hoy, su obra se puede apreciar de 11 de la mañana a 20:50 de la noche, en Federico Froebel número 37, espacio expositivo cercano a La Rotonda.