Gana a pesar de la polémica
VENECIA. Pudo quedar fuera de competencia, pero la película J'Accuse de Roman Polanski, además de recibir el viernes el premio Fipresci de la crítica, ganó ayer el Gran Premio del Jurado en la clausura del Festival Internacional de Cine de Venecia. La polémica rodeó al filme antes de su exhibición, pues Lucrecia Martel, presidenta del jurado, decidió no asistir a la gala de apertura, donde se proyectó la cinta del realizador sobre quien pesa desde hace cuatro décadas una orden de busca y captura por la violación de una menor en Estados Unidos en 1977.
El proceso legal impidió a Polanski acudir a presentar su película y en su representación fue su esposa Emmanuelle Seigner, una de las protagonistas de la cinta, quien también recogió el León de Plata otorgado a la trama ambientada en 1894.
"La presencia de Polanski con noticias del pasado me resultó muy incómoda", dijo Lucrecia Martel previo al arranque del festival, aunque recordó que la víctima da el caso por cerrado. "No separo la obra del hombre, pero creo que su obra merece una oportunidad por las reflexiones que plantea", dijo la cineasta en unas declaraciones que tuvieron un fuerte eco en los medios de comunicación, lo que la llevó a emitir un comunicado
para aclarar que no tiene prejuicios hacia el trabajo de Polanski y que lo evaluaría como cualquier otro en competencia. El segundo premio más importante del certamen otorgado al realizador, es prueba de su imparcialidad como presidenta del jurado.
Basada en hechos reales y protagonizada por Jean Dujardin, J'Acusse cuenta la historia de Georges Picquart, un militar que dirige una unidad de contraespionaje en Francia y comienza a cuestionar la degradación y detención del capitán Alfred Dreyfus (interpretado por Louis Garrel), acusado de ser espía de los alemanes.