Sabroso anecdotario
Políticos se sueltan de la lengua… Gracias al Señor Todopoderoso que muchos políticos se sueltan de la lengua y la población electoral puede divertirse.
Incluso, si es cierto que “por mi raza hablará mi espíritu” (José Vasconcelos, lema de la UNAM) y que las personas se conocen más por los hechos, también es verdad que muchos rastros ha dejado la lengua en la historia. Es más, la Academia de Cantarranas suele entregar el Oscar anual a “La lengua de oro”, aquella que más barbaridades comete.
Por ejemplo, cuando Juan Sabines rindió su último informe como gobernador de Chiapas, y cuando los aplausos comenzaban, pronunció la frase más importante de su discurso político. Dijo, pensando que el micrófono estaba apagado:
“Ahora sí, a chingar todos a su madre”.
Y el público le aplaudió con más intensidad y frenesí.
La frase ha sido reproducida por el legislador federal de todos los tiempos, ene número de veces ministro de Estado, ideólogo de la política, el político más culto de la república amorosa, Porfirio Muñoz Ledo.
Fue destituido como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja. Entonces, creyendo también que el micrófono estaba apagado, exclamó:
“¡Chinguen (todos) a su madre!”.
Abandonó la sesión en medio de un montón de aplausos delirantes.
Pirujas del ISSSTE. En Michoacán, la República Amorosa y la Cuarta Transformación y la Cartilla Moral nombraron subdelegado del ISSSTE a José Manuel Mireles Valverde, ex de guardias comunitarias.
El miércoles 4 acuñó otra frase bíblica y que expresa la forma de pensar y sentir y de actuar de los morenistas.
Dijo, por ejemplo, que las concubinas de los derechohabientes “son unas pirujas”.
Se ignora su pasado. Sabrá el chamán sus experiencias amorosas y sexuales. Pero la frase retumbó en la nueva generación política en el poder público.
Por ejemplo, nadie es honesto por decreto y porque de pronto, ¡zas!, le levanten la mano y vitoreen. Tampoco nadie adquiere experiencia por decreto. Ni mucho menos es respetuoso de los derechos humanos por decreto. Ni tampoco un político es discreto por decreto.
Así gobiernan los morenistas.
Sabroso anecdotario. En Veracruz también “se cuecen habas”. El anecdotario de la picaresca política con Morena es amplio.
La nueva fiscal, Verónica Hernández (funcionaria en el Ayuntamiento de Xalapa con los alcaldes Reynaldo Escobar Pérez y Rafael Hernández Villalpando), promulgó una frase que la retrata a imagen y semejanza.
Dijo: “La nueva fiscal soy yo y todos están a mi disposición”.
¿Todos… incluyendo el personal burocrático y los funcionarios y las policías ministeriales, etcétera? ¡Todos, claro!
“Yo soy el Estado”, dijo Luis XIV cuando a los 19 años fue ungido rey. Yo, mando. Yo, soy el jefe. Todos son mis súbditos y empleados. Yo soy el patrón. Después de Dios, yo. Incluso, y como dijera León Tolstoi, “si Dios no existe, entonces, yo soy Dios”.
También la fiscal, exreina de las fiestas patrias de Santiago Tuxtla.
La frase con la que se estrenara expresa su estilo personal de ejercer el poder y gobernar.
Así es, así piensa, siente y actuará. Con toda la guillotina y el látigo por delante.
¡Pobrecitos, entonces, los malandros y la delincuencia común que han de cuidarse!
Recuerda, por ejemplo, cuando Luis Ángel Bravo Contreras tomó posesión como fiscal de Javier Duarte y dijo:
“Ahora sí, con mi llegada, los malandros huirán de Veracruz a esconderse en las cuevas de las montañas de otros estados del país”.