Alejandro Aguirre
Después de una reunión que sostuve en Palacio Nacional, con uno de los principales consejeros del Presidente López Obrador, justamente finalizando La Mañanera, me quedó claro que el plan “silencioso” con los estados consiste en, a “paso veloz”, apropiarse de las Fiscalías Generales y órganos de fiscalización locales.
El poder de los estados, aparte de las gubernaturas, se concentra en las Fiscalías y en los Órganos que revisan el uso correcto de los recursos públicos, Alejandro. En la medida que ambos organismos autónomos se vuelvan aliados, podremos ejecutar mejor la idea de AMLO”, me sostuvieron.
Veracruz podría convertirse en uno de los primeros casos donde la Presidencia de la República logra, (a través de acciones comandadas exclusivamente desde el centro del País), apoderarse del control tanto en la Fiscalía como en el respectivo Órgano de Fiscalización Superior Estatal, y así, generar la figura de “dominio tácito”, como ellos mismos me dijeron lo llaman en el Gobierno Federal.
“En Veracruz, el Gobernador nos argumentaba mucho que no lograba resultados en seguridad por culpa del entonces Fiscal Winckler, bueno, ahora ya no lo tiene (a menos que alguna instancia eche abajo ese movimiento legislativo), tuvimos que operar desde acá, y lo mismo haremos ahora con el Órgano de Fiscalización Superior, que en breve deberá cambiar de titular”.
¿Tienen el Gobernador y el Congreso de Veracruz alguna línea de ustedes para el tema del Orfis? Hay varios aspirantes e incluso el actual titular se puede reelegir cuestioné
“Lo estamos meditando con el Auditor Superior de la Federación y el Presidente, pero no descartamos uno nuevo, o incluso una reelección del actual (previa charla con este último, para que vaya de la mano sobre el proyecto de López Obrador). Estamos en eso aún, pero decidiremos rápido”.
“Lo que sí te afirmo, Alejandro, es que en las designaciones de titulares para la Fiscalía de Veracruz y el Orfis, nosotros decidiremos desde acá, en el centro del País, los estados se encargarán sólo de ejecutar”, me dijeron, y así, de un sorbo, finalizamos lo que restaba de café.