Duele el clima de violencia: obispo
Eduardo Cervantes y familias despiden a hermano de vicario que fue asesinado
ORIZABA, Ver., 11 de septiembre. El mal, la muerte y la violencia no tienen la última palabra, expresó Eduardo Cervantes Merino, obispo de la Diócesis de Orizaba, al presidir la misa de exequias de César Cebada Tejeda, hermano del vicario de la catedral de San Miguel Arcángel, quien exigió a las autoridades trabajar bien para acabar con la inseguridad, que alcanzó ya niveles preocupantes.
Al recibir en el templo el cuerpo del joven, acompañado por sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, religiosas y comunidad que lo conoció, el prelado afirmó que “es doloroso el clima de violencia que envuelve a la sociedad, por el he
cho mismo de la muerte y también por la tristeza, pues quienes tienen que dar solución a este clima de inseguridad, no lo hacen como se debe”.
"Es triste para toda la comunidad, para la vida cristiana, porque no asumimos nuestra responsabilidad como hijos de Dios de anunciar, de vivir el Evangelio y el amor y respeto a la vida. Desde luego por la muerte de César, por el sufrimiento de su mamá, su papá, sus hermanos a los ami
EDUARDO CERVANTES
gos y compañeros de trabajo”, expresó.
Puntualizó que así como piensan y oran por César, piensan y oran por todas las personas que son víctimas de la violencia y el desorden que prevalece en la sociedad, "pero no vemos claramente la aplicación de la ley", aseveró.
Durante la celebración a la que asistió el presbiterio, religiosas, compañeros de trabajo, familia y amigos del joven, el obispo resaltó que aun cuando parece que todo es inseguridad por lo que nos envuelve, por nuestras actitudes, por el ambiente que tenemos; por la inseguridad que nos acompaña, por la negligencia de quienes tienen que ponerle orden a la sociedad, por la situación de la falta respeto a la vida y de principios en las familias, los cristianos sabemos qué tenemos la resurrección la luz de Cristo que ilumina la vida incluso en esos momentos de mayor oscuridad", apuntó.
Oró por las autoridades de los diferentes niveles que se comprometieron a hacer cumplir la ley, pero no lo están haciendo. "Que los ilumine para que en la aplicación justa de las leyes podamos vivir en tranquilidad, paz y armonía; pero que en el centro siempre esté Jesús con su paz su misericordia y su perdón", dijo.
Cabe mencionar que previo a la misa de cuerpo presente, en la Casa de la Asegurada, los compañeros de César le hicieron un homenaje con el que le dieron el último adiós.
“Es triste para toda la comunidad, para la vida cristiana, porque no asumimos nuestra responsabilidad como hijos de Dios de anunciar, de vivir el Evangelio”