El tamal de xoco, un standarte en la cocina veracruzana
El tamal de Xoco es un platillo emblemático de lo totonacas, que es delicioso y aprovecha los ingredientes de la región.
Entre las costumbres totonacas, un tamal de xoco se sirve con mole.
Cada región veracruzana cuenta con gastronomía propia que responde a los productos que se dan ahí. Respetan la temporalidad y no comprometen los cultivos del futuro para asegurar el presente.
En Veracruz hay un total de 212 municipios y 10 regiones, cada una con su propio clima e identidad. En el norte del estado, abajo de la Huasteca veracruzana, se encuentra la región del Totonacapan que incluye desde Papantla, Poza Rica, Tecolutla hasta El Tajín y se extiende por una zona de Puebla. Se llama así gracias a los totonacas que conservan íntegra su cultura gastronómica y entre ella la historia de la creación de este tamal tan distintivo.
Originalmente, el xoco es el árbol del que se cortan las hojas en las que se envuelven en triángulos los tamales que llevan el mismo nombre. Es importante porque aportan el sabor característico a la masa, entre agria y amarga. También se le conoce como hoja de tablilla y de caballero.
Las hojas de malaste, de peña, de cinco, corazón, pitillo, papelillo, calatlola, papatlas, de caña de maíz, de elote tierno y totomoxtle también son utilizadas para esta misión.
Cada una aporta un aroma y sabor diferente. Así sucede con el tamal de xoco, un platillo emblemático de los totonacas que es delicioso y aprovecha los ingredientes de la región. A pesar de que algunos tamales se envuelven en hoja de plátano, no es común encontrar un tamal de xoco de esta forma. Esto es porque su preparación data de tiempos de antiguas civilizaciones, antes de que esta fruta llegara a nuestro continente.