Los prodemocracia muestran su fuerza
Casi un millón de manifestantes dieron un ultimátum al acorralado gobierno de la isla
HONG KONG. Una inmensa multitud de activistas prodemocracia participó en en una manifestación por los seis meses del inicio de sus protestas, y en la que se quiso ofrecer a las autoridades una "última oportunidad" para responder a sus reivindicaciones.
La concentración fue una de las más concurridas desde que iniciaron las protestas en este territorio semiautónomo.
Los organizadores estimaron en unos 800 mil el número de participantes. La policía, que tradicionalmente ofrece cifras bajas, declaró a la prensa que 183 mil personas concurrieron en la marcha, su estimación más elevada desde hace meses.
La excolonia británica está sumida desde junio en su peor crisis desde su retrocesión a Pekín en 1997, con manifestaciones casi diarias para exigir reformas democráticas y una investigación imparcial de la actuación de la policía durante las protestas.
Esta manifestación se celebró dos semanas después del triunfo de los candidatos prodemocracia en las elecciones locales del 24 de noviembre, una fecha en la que las autoridades aseguraron que una mayoría silenciosa de hongkoneses discreparía con los manifestantes, pero finalmente no fue así.
Ayer, los manifestantes quisieron dejar clara su ira hacia Pekín y hacia la jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, que se niegan a escuchar sus reivindicaciones pese al resultado claro de las elecciones locales.
Una nueva marea negra volvió a inundar las calles para recordar sus demandas con motivo del Día Mundial de los Derechos Humanos, que se celebrará mañana.
Se trata de la primera marcha convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF) que es aprobada por la policía desde el 21 de julio, día desde el que sistemáticamente se prohibieron las movilizaciones convocadas por esta organización y sólo se autorizaron concentraciones estacionarias, aunque se han permitido marchas de otros convocantes.
"El gobierno de Hong Kong debe responder a nuestras cinco exigencias para cumplir con el deber de proteger los derechos humanos internacionales y defender la dignidad humana", instaron los organizadores en un comunicado.
El CHRF advirtió de que la de ayer fue la "última oportunidad" para que la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, cumpliera con las cinco demandas principales de los manifestantes, que incluyen una investigación independiente sobre el manejo de las protestas por parte de la policía, una amnistía para los arrestados y el sufragio universal.
Con cánticos de "Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong" o el himno "Gloria a Hong Kong", activistas jóvenes y mayores marcharon desde Victoria Park, en el bullicioso distrito comercial de Causeway Bay hasta Chater Road, cerca del corazón del distrito financiero.
En los seis meses desde que comenzaron las protestas en junio de 2019, la policía de Hong Kong ha disparado más de 10.000 descargas de gas lacrimógeno en toda la ciudad, una situación que ha generado preocupaciones de salud pública sobre la posible liberación de dioxina.
Aunque las autoridades sanitarias han dicho que no hay evidencias de esto, la policía se ha negado a revelar los ingredientes químicos en el gas lacrimógeno, argumentando "necesidad operativa".
Un fuerte cordón de agentes antidisturbios se desplegó hoy por todo el centro financiero. La policía había anunciado horas antes del comienzo la detención de 11 personas y la incautación de varias armas.
"No sé cuánto tiempo durará esto. Por ahora no vemos el final, pero no daremos marcha atrás", dijo un manifestante llamado Kelvin.
La estrella del pop cantonés Denise Ho, cuya música está prohibida en China continental, publicó en Twitter un video de la manifestación con la leyenda: "Aquí está tu mayoría, Carrie Lam".