Raymundo Jiménez
En sintonía con el presidente López Obrador, quien en el nivel federal, entre designaciones polémicas, sigue empoderando a mujeres...
Rosario Piedra Ibarra, por ejemplo, acaba de ser promovida a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, mientras que la extitular del Servicio de Administración Tributaria, Margarita Ríos Farjat, fue designada la semana anterior por el Senado de la República ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; aquí, en Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García está haciendo lo mismo al impulsar a féminas a posiciones de poder a las que históricamente representantes de dicho género no habían podido acceder.
Así, pues, a principios de septiembre, Verónica Hernández Giadáns, exdirectora Jurídica de la Secretaría de Gobierno, fue designada obviamente con línea del titular del Poder Ejecutivo como encargada provisional de la Fiscalía General del Estado tras la polémica separación del fiscal Jorge Winckler mediante un sorpresivo acuerdo de la Diputación Permanente de la LXV Legislatura local.
Posteriormente, tres semanas después, Delia González Cobos fue nombrada sorpresivamente también por el Congreso veracruzano auditora general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), un ente constitucionalmente autónomo creado en el sexenio del exgobernador Miguel Alemán Velasco, y el cual había sido encabezado desde entonces por puros contadores públicos: René Mariani Ochoa, su fundador; Mauricio Audirac Murillo, y Lorenzo Antonio Portilla Vázquez, quien pretendía reelegirse por siete años más.
Ahora, el pasado lunes 2, otra abogada, Sofía Martínez Huerta, quien recién había sido designada magistrada por el Congreso local a propuesta del gobernador García Jiménez, fue electa presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado y del Consejo de la Judicatura por la mayoría del mini Pleno de magistrados que presiden las ochos Salas del TSJE.
Pero, además, de las 15 secretarías de despacho y cargos equivalentes que conforman el gabinete estatal, Cuitláhuac García les confió un tercio de estos altos puestos a mujeres: a Guadalupe Argüelles Lozano, la Secretaría del Trabajo; a María del Rocío Pérez, la Secretaría del Medio Ambiente; a Xóchitl Arbesú Lago, la de Turismo; a Guadalupe Osorno Maldonado, la de Protección Civil, y en la Contraloría General del Estado volvió a nombrar a otra mujer, Mercedes Santoyo Domínguez, tras la inesperada renuncia de la primera titular Leslie Garibo Puga.
Otras dos posiciones relevantes, como la Oficina del Programa de Gobierno, la puso en manos de Waltraud Martínez Olvera, y la dirección general del Instituto de Pensiones del Estado (IPE) se la asignó a Daniela Griego.
Y en la Oficialía Mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), de gran responsabilidad por ser la que maneja la mayor parte del presupuesto estatal, colocó a Ariadna Selene Aguilar Amaya, mujer de su absoluta confianza, con la cual coincidió Cuitláhuac como maestro del Centro de Estudios de Bachilleratos Teconológicos Cetis 134, de Banderilla.