Clases virtuales no son para todos; temen deserción
Hay quienes no podrán tomarlas porque las prioridades en sus familias son comer, pagar renta y servicios; docentes preparan estrategias
El regreso a clases de manera virtual será para unos alumnos, pues muchos no cuentan con celular y mucho menos con una computadora con Internet, de acuerdo con padres de familia consultados.
Algunos, haciendo un esfuerzo, podrán contratar Internet; otros están dispuestos a compartir sus herramientas con uno o dos compañeros de sus hijos, pero otros definitivamente no podrán hacerlo simplemente porque sus prioridades son comer, pagar renta, luz y gas.
Por su parte, Jorge León, académico de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la UV, dijo que la deserción escolar es un fantasma que ronda no solo en la matrícula de los universitarios, sino también entre los aspirantes a convertirse en parte de la UV. Explica que la falta de computadora, acceso a Internet e incluso teléfono celular podría hacer que muchos jóvenes no puedan llevar un sistema de clases a distancia.
Con relación al anuncio del gobernador Cuitláhuac García acerca de que el inicio del ciclo escolar será de manera virtual para todos los niveles educativos,
TADEO ESTUDIANTE DE POSGRADO
“Han sido un poco frustrantes. No es lo mismo tener enfrente al profesor y debatir con él a estar atrás de una computadora escuchando con interferencias. Es aburrido no tener retroalimentación”.
docentes veracruzanos ya preparan sus estrategias pedagógicas para cumplir con los planes de estudio programados para los diferentes niveles, con el apoyo de plataformas tecnológicas que permitan acercar a sus alumnos los contenidos planeados para su desarrollo académico.
El regreso a clases de manera virtual será para unos cuantos alumnos, pues muchos no cuentan con un teléfono celular, mucho menos con una computadora en casa que tenga conexión a internet. Corresponde a los padres generar un ambiente de trabajo saludable en casa para que los niños tomen sus clases, ya que con responsabilidad, amor y apertura de mente el sistema virtual funciona, aseguró un padre de familia.
Algunas madres y padres, haciendo un esfuerzo, podrán contratar internet, otros están dispuestos a compartir sus herramientas con uno o dos compañeros de sus hijos, pero otros definitivamente no podrán hacerlo simplemente porque sus prioridades son comer, pagar renta, luz y gas.
Margarita Hernández Luna descartó que su nieto Daniel pueda tomar clases en línea porque no tienen ni si quiera un teléfono inteligente, mucho menos acceso a internet. Daniel, quien pasó a sexto grado con promedio de 9 y es uno de los mejores alumnos de su clase, no podrá tomar las clases en línea porque en su hogar no hay las condiciones adecuadas. Ella es una mujer de 65 años que trabaja aseando algunas casas y lo que gana apenas le da para pagar la renta, la luz y en algunas ocasiones el gas.
Margarita, indica que no tiene forma de adquirir un teléfono, mucho menos el internet, por lo que el niño no iniciará el curso al igual que algunos de sus compañeros, lo que no le preocupa mucho porque Daniel es tan buen estudiante que aprende con una facilidad increíble, y en ese caso tratará de mantenerlo ocupado con algunas lecturas
Margarita Hernández Luna descartó que su nieto Daniel pueda tomar clases en línea porque no tienen ni si quiera un teléfono inteligente, mucho menos acceso a internet.
y resolviendo los libros de su hermano mayor hasta que pueda asistir a las clases presenciales. En un caso muy parecido están los nietos de Gertrudis Vásquez: Samuel, Octavio y Sandra, quienes cursarían sexto, cuarto y segundo grados respectivamente, pero no cuentan con computadora ni acceso a internet.
Los chicos dependen de su padre, pero se quedan con la abuelita cuando él se va a trabajar y en casa lo prioritario es resolver el día a día, por lo que a veces los niños acompañan al padre a trabajar o venden artículos que la gente les regala. Si las clases son por televisión, los niños podrían verlas, pero tampoco cuentan con un adulto que les acompañe en el proceso de aprendizaje, por lo que se ponen a jugar y no atienden, mucho menos aprenden, dijo Gertrudis.
Por su parte Beatriz Torres Beristáin, quien es madre de familia y catedrática, cree que las oportunidades de acceder a clases de manera virtual las pueden aprovechar únicamente las familias que cuenten con acceso a internet, disponibilidad de tiempo y que no tienen que ocuparse de otras tareas y compromisos, ya que quienes salen a buscar el pan de cada día, cuidan a enfermos o se hacen cargo de niños pequeños, no podrán apoyar a sus hijos ni brindarles esa oportunidad. En ese caso también están los alumnos de comunidades sin acceso o deficiente acceso a la red, lo que hará muy difícil su participación en las clases en línea. “Es decir, la virtualidad intensifica y marca aún más las desigualdades sociales”.
Sabe que se puede aprovechar el conocimiento que les ha hecho darse cuenta de un potencial que no habían explorado, el cual les ha permitido coincidir y trabajar con especialistas que están muy lejos, sin embargo, tiene sus limitaciones, ya que lo podrán aprovechar quienes cuenten con las herramientas necesarias. Elsa Reyes asentó que la situación es muy complicada para ella porque tendrá que contratar internet y pedir ayuda de otra persona que acompañe a su hija durante las clases, porque debido a la pandemia y a su trabajo en el sector salud la niña está con su abuelita, que no sabe de plataformas digitales. Su hija ingresará a primer grado de primaria, por lo que aún no sabe cómo podrá apoyar, pues en el jardín de niños las cosas eran muy diferentes. Reiteró que será muy difícil, sin embargo, no imposible. Gabriela Peralta, quien es a su vez maestra de arte y madre de familia, considera que para evitar más contagios las clases virtuales son lo más adecuado y aunque a ella le gustaría volver a las clases presenciales y también a su hija, reitera que preservar la salud es lo más importante. Las clases virtuales nunca se compararán con las presenciales, aseguró, pues además la mayor responsabilidad y trabajo recaen sobre los padres de familia que acompañan los procesos. “Si se va a trabajar virtualmente los docentes tendrán que cambiar y no excederse en contenidos que no se van a ver bien porque los pequeños se estresan al igual que los padres que a veces no están capacitados para aclarar dudas.
GABRIELA PERALTA
MADRE DE FAMILIA
Si se va a trabajar virtualmente los docentes tendrán que cambiar y no excederse en contenidos (...) los pequeños se estresan al igual que los padres que a veces no están capacitados para aclarar dudas".