Teresa Carbajal
Uno de los principales problemas a los que se enfrentarán aquellos que quieran denunciar los abusos de los que son víctimas por abusivas prácticas de entidades financieras que han deformado el otorgamiento del crédito, es el desconocimiento sobre cómo eje
En efecto, cuando alguien sufre algún abuso después de haber contratado un crédito, ya sea porque no se le entregó la documentación completa como solicitud de crédito, carátula, contrato con clausulado completo, tabla de amortización, copia del pagaré y de todo aquello que se firme como anexo del contrato (la más común), o por negativa a entregar estados de cuenta, o falta de claridad en la aplicación de los pagos del crédito precisando qué suma se abonó a capital y cuál a intereses, o cuando después de haber liquidado un crédito en su totalidad le es negado el comprobante de dicha liquidación (carta finiquito).
Se tiene la certeza de estar siendo víctima de un abuso, ¿pero cómo hacerlo valer?, ¿ante quién?, ¿de qué forma?, ¿de qué término dispone para hacerlo? Y sobre todo, si puede hacerlo el afectado directamente o si debe designarse un abogado.
Es mejor que sepamos cuanto antes toda esta información, de lo contrario nuestra intuición puede llevarnos a instancias que no son competentes, las que nos desgastarán, quitarán el tiempo, los esfuerzos no rendirán frutos y en el peor de los casos, los abusivos se saldrán con la suya al quedar nuestro reclamo en la impunidad, el olvido y la terrible experiencia de que se lastimó nuestro patrimonio con el atropello de nuestra dignidad.
En el marco de la “Jornada Estatal para la Defensa del Patrimonio Familiar”, que inició el pasado 27 de agosto, desde el Barzón nos hemos mantenido atentos al llamado ciudadano a través de la exposición de casos de cartera vencida por insolvencia
para la identificación y registro de las problemáticas y acreedor, para brindar ayuda en donde se detecten acciones abusivas o de cobranza.
Fue así que ubicamos las acciones genuinas de denuncia y defensa (sin intereses políticos) del movimiento Fuerza Magisterial, cuyos integrantes aseguran cobrar escasos pesos de sus sueldos quincenales por ser víctimas de altos descuentos derivados de deudas con financieras que de algún modo lograron imponer su gravamen a las nóminas de los profesores, quienes se quejan principalmente de altos intereses y la mayoría por faltas graves en materia de usos y prácticas en la prestación de servicios financieros, que como en las antiguas “tiendas de raya”, su esperanza de tener trabajo y sueldo es solo para seguir “abonando” a deudas impagables.
Por el número de quejosos (800 maestros) y su ubicación en diferentes puntos del estado, implementamos una estrategia diferente para ayudarlos, que consiste en la impartición de dos talleres gratuitos: uno sobre la elaboración de quejas y ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), y otro sobre defensa por cobranza abusiva.
¿Aún no te has inscrito a la Jornada Estatal de Defensa del Patrimonio Familiar? Llama al 2281148502