Imparables, las mujeres en literatura
Talento no sirve si no hay constancia en el trabajo, enfatiza escritora
En los últimos años, en México la presencia de las mujeres en la literatura es imparable. Y lo mejor, no por una cuota de género”, afirma la escritora xalapeña Itzel Guevara.
En los últimos años, en México y en Latinoamérica, la presencia de las mujeres en la literatura es imparable. Y lo mejor, no por una cuota de género”, afirma la escritora xalapeña Itzel Guevara del Ángel, ganadora del Premio Bellas Artes de Cuento Hispanoamericano "Nellie Campobello" por su obra Domingo de Summertime.
Aún con la alegría y la emoción de la reciente noticia del reconocimiento a su trabajo, la veracruzana manifestó en entrevista estar maravillada por el tiempo en el cual le ha tocado vivir, pues así como en la entidad se puede nombrar a Fernanda Melchor y Alaíde Ventura, hay muchísimos ejemplos más que dan cuenta de que las escritoras están presentes: “Sí escriben, sí publican y, sobre todo, sí son leídas”, enfatizó.
La autora de las novelas "Morderse las uñas" y "Una casa sin jardín" considera oportuno exponer que la actual es una época en la cual por todos lados es posible ver publicaciones de escritoras, así como a las editoriales independientes apostando por ellas.
“Soy una consumidora voraz de literatura escrita por mujeres en los últimos tiempos y estoy fascinada, porque lo mismo incursionan en la literatura fantástica que en la realista, la de terror, infantil o juvenil", dijo.
Ademàs "están en todos lados. Y me escucho yo, y resueno en las voces de mis contemporáneas, y resueno en sus temas, en sus intereses y en sus obsesiones. Y me encanta. Me encanta este movimiento que se ha generado y que, me parece, llegó para quedarse”, expresó.
PREMIO
En cuanto al premio otorgado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, dijo estar muy agradecida, sobre todo porque permite que la obra sea más visible, salga de los círculos cerrados y se amplíe la oportunidad de llegar a más lectores, meta de cualquier escritor.
De Domingo de Summertime, antología de 10 cuentos celebrada por el jurado por la emotividad de los relatos, con personajes que resultan cercanos y empáticos, “por una sobresaliente fuerza y sutileza literaria, así como por el manejo de la técnica del complejo género del cuento”, Guevara del Ángel adelanta que retomará las atmósferas nostálgicas, la búsqueda de un lugar y el desarraigo para su próxima entrega, para unir la pasión de la escritura con la pasión por la vida.
“Quiero hablar de una escritora, pero más que desde el punto de vista literario, de la vida. Cómo se van conformando las historias a partir de las vivencias. A pesar de que el cuento se me da natural y muchos años pensé que no escribiría novela, después de experimentar los dos géneros, viene otra novela”.
Además de los títulos ya mencionados, Guevara del Ángel, docente, promotora de lectura y coordinadora de bibliotecas escolares, ha escrito Santas madrecitas, A qué le temen los niños, El jardín de las preocupaciones y Mami está enferma. Algo queda claro: se trata de una autora en quien memoria y literatura son indivisibles.
Al preguntarle si es consciente de ello, responde: “En mis libros hay mucho de lo que me ha conformado. Todo a lo que estuve expuesta se termina reflejando en mis textos. Siempre hay un rescate. Y no, en un principio no me di cuenta cuán importante es la memoria, pero ahora sí. Todo el tiempo que escribo sale esa relación con los recuerdos, con el pasado, con mis vivencias como ser humano”.
Sin nombrarla específicamente, Xalapa es escenario de algunas historias de la autora, sucede, explica, “porque se vuelve importante justo en el tema de la memoria. A qué le temen los niños, si bien no es un libro autobiográfico, sí me hizo ir a mi infancia, a mi época, a mis comidas, que necesariamente están ligadas con Xalapa. Y es interesante porque sigo viviendo en la misma ciudad. El desarraigo tocado en Domingo de Summertime tuvo que ver con mi estancia en El Paso, Texas. Salía del lugar donde vivía y veía la barda que dividía a México con Estados Unidos. Convivía con gente de México y de toda Latinoamérica.
Todos anhelábamos una casa, un camino. Intentábamos crear uno aunque fuera momentáneo. Y se podría hablar de un contraste entre esa búsqueda y Xalapa, pero Xalapa no solo es mi casa e infancia sino el lugar desde donde he decidido trabajar, crear producir y vivir”, apuntó.
ITZEL GUEVARA
ESCRITORA
"Soy una consumidora voraz de literatura escrita por mujeres en los últimos tiempos y estoy fascinada"
CONTINUIDAD EN SU TRABAJO
Con premios que respaldan su trayectoria, la narradora cree que si algo le ha servido en su carrera profesional es la constancia: “Creo en el talento, en el sentido de que te sea natural algo, de que ames algo y vivas para algo, pero el talento no sirve de nada si no hay constancia”.
En la literatura, reflexiona, muy fácilmente se dejan a un lado los sueños, porque muy pocos logran ver de la noche a la mañana el resultado, la publicación o el premio.
Ante este panorama, exclama: “¡Es duro sentir el rechazo! ¡Es duro tener la incertidumbre de si lo que estás haciendo va por buen camino, si funciona, si no estás siendo arrogante! ¡No hay un termómetro!”. Sin embargo, dice, hay que seguir escribiendo, a pesar de todo, y hay que saber escuchar las percepciones de quienes han leído mucho. La meta, precisa, es trabajar y dejar a un lado el ego y la arrogancia.