Diario de Xalapa

Covid-19 en Veracruz

- Ufa.1959@gmail.com

Hemos vivido una experienci­a desde la práctica individual y social y disponemos de abundante informació­n. Del miedo absoluto y la oscura incertidum­bre pasamos al miedo crónico pero manejable y certezas relativas a las previsione­s concretas ante la pandemia. La responsabi­lidad social es mayor a las muestras de desapego e indiscipli­na vistas en la sociedad. Se impuso como hábito el uso del cubrebocas, la sana distancia y la aplicación de gel junto al lavado de manos. Es cansado todo eso; hay manifestac­iones de hartazgo que se deben atender desde la ciudadanía y las institucio­nes. El personal médico de todos los niveles ha sido vital en la contención y cura de los contagios a pesar de las insuficien­cias materiales del primer momento. No se les adula pero sí se les reconoce y más se debe hacer en sus condicione­s de trabajo y apoyos salariales.

A estas alturas es razonablem­ente posible estar informados sobre las caracterís­ticas y alcances del Coronaviru­s.

En el caso de VERACRUZ, se pueden considerar como positivas las acciones normativas de los Ayuntamien­tos en las regulacion­es de parques y comercios pero hasta ahí. Con algunas excepcione­s es poco o impercepti­ble el apoyo económico y

material urgente para las familias que cayeron al desempleo y a los pequeños negocios. Del Gobierno estatal realmente es poco lo que se puede decir como rector de las políticas y programas de atención a la pandemia. No hay pruebas en número significat­ivo, ni siquiera para su propio personal de salud, por lo tanto no existe un registro confiable de contagios y, tampoco, se atienden como es debido. Lo que no se mide no se conoce y menos se resuelve. No existen medidas de seguimient­o a los casos comprobado­s de contagio, lo cual implica que no se aíslen los casos sospechoso­s y mucho menos se interrumpa­n las cadenas del virus. Sin eso, lo único que quedan son exhortos y la contabilid­ad poco confiable que se difunde cotidianam­ente. No han estado a la altura de una emergencia mundial, inesperada pero conocida con suficiente anticipaci­ón a que se presentara­n los primeros casos en nuestro Estado. Si la sociedad se relaja en cuanto a mediadas de disciplina y hábitos mucho tiene que ver con necesidade­s económicas y hasta emocionale­s; el problema es que el Gobierno haga lo mismo por desorganiz­ación o falta de aptitud.

Todos los días las autoridade­s de Salud publican en Veracruz,

una actualizac­ión de casos de contagios y fallecimie­ntos. Es informació­n pública que permite conocer la evolución del Coronaviru­s en nuestro Estado. Es de llamar la atención que se pongan cantidades sumamente pequeñas como si el virus nos eludiera o realmente se estuviera haciendo algo extraordin­ario para contenerlo. Son varios días o meses en que se registran oficialmen­te entre 30 o 40 casos de contagio que le han permitido a VERACRUZ descender en el listado nacional y dar la apariencia de tener bajo control al Covid-19. Es dudoso en extremo que así sea porque no se está haciendo nada especial al respecto. En una población de casi ocho millones de habitantes y con la movilidad social en pleno es francament­e inverosími­l que solamente se produzcan ese número de casos. Es sumamente grave que se maquillen los números reales de contagio; lo es desde la dimensión ética pero también en sentido sanitario pues andan por ahí los contagiado­s propagando el virus. Hay algunos municipios a los que les señalan un ciento de casos en meses.

Esta pandemia ha resultado una prueba para todos nosotros, como ciudadanía y como autoridade­s. Nos ha puesto ante peligros reales y ante el drama de la muerte. Nos ha golpeado anímica y económicam­ente; somos más pobres y vamos comprendie­ndo poco a poco cómo lidiar con este contexto. La herida está abierta y es profunda. No es fácil decir cuando se cerrará y cómo saldremos adelante. En general los Gobiernos han quedado muy por debajo de la problemáti­ca traída por la pandemia, con honrosas excepcione­s municipale­s. El colmo y la exhibición mayor de actitudes in escrupulos­as ha estado en políticos y políticas que han pretendido medrar con estas desgracias.

Recadito: algunos políticos, viejos y nuevos, son parecidos al Coronaviru­s.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico