Modificar virus para crear vacunas, medicina del futuro, indica científico
Entre 30 y 40 por ciento de pacientes con tumores que han sido tratados con los virus de ébola y polio han salido triunfadores de sus tratamientos, asentó el científico Luis Beltrán Parrazal en la conferencia que dio como parte de la Semana del Cerebro, donde recomendó ponerse la vacuna para atacar al Covid-19 porque el virus ha sido editado para que una vez dentro del organismo humano no se pueda reproducir pero sí reconozca al Sars-Cov2 y prepare el sistema inmune para destruirlo.
Los virus del ébola y la polio son muy buenos para encontrar células en división que van a detectar afinidad por los tumores, lo que representa una ventana de oportunidad, pues la expectativa de vida para personas que presentaban tumores cerebrales es de seis meses, sin embargo hay gente que lleva entre 5 y 6 años sin que el tumor vuelva a aparecer, puntualizó en la charla organizada por el Instituto de Investigaciones Cerebrales (ICE) de la Universidad Veracruzana.
Explicó que aunque la mayoría de los virus, que están en todos los reinos biológicos y coexisten con el ser humano, aún son un misterio para la ciencia, pero gracias a la ingeniería genética se ha empezado a modificar parte de su información y se les quitan pedazos de las células que matan a las neuronas y se les pone otro tipo de información que infectaría a células de algún tumor, lo que permitiría al sistema inmune reconocer a las malignas y atacarlas para reducir o desaparecer el tumor. Con estos tratamientos se ha observado efectividad en los cánceres de próstata, hígado, linfomas y otros que son muy agresivos, en esta tecnología se basan algunas de las vacunas, en las que el adenovirus fue modificado con proteínas del Coronavirus que entra al sistema inmune para atacar al virus; esta es la medicina del futuro, por lo que muchos investigadores trabajan con virus y su modificación destacó.
Esta es la medicina del futuro, advirtió, pues en Canadá ya existe una farmacéutica donde se hacen bacteriofagos específicos para atacar a cada bacteria, incluso a las que se han hecho resistentes a los antibióticos. Los fagos, que se pueden encontrar en los lugares más sucios como un río de aguas negras, son probablemente la salvación de los humanos porque existe uno para cada bacteria.