Obispo pide evitar otra ola de contagios
VERACRUZ, Ver.-Ante el inicio de las vacaciones de Semana Santa, la Iglesia Católica porteña hizo un llamado a no relajar las medidas sanitarias para evitar una tercera ola de contagios.
El obispo Carlos Briseño Arch enfatizó que la pandemia sigue y no toda la población se encuentra inmunizada, por lo que el riesgo de que se dé otro posible rebrote es latente.
El prelado dijo que la recreación y la actividad comercial pueden conjugarse, pero con responsabilidad.
Resaltó que prestadores de servicios y turistas deben ser responsables y seguir las indicaciones sanitarias.
“Yo creo que el conjugarlos es parte de la responsabilidad de cada quien, no decimos que no haya turismo, debe haber y todos tenemos derecho, pero guardando la sana distancia y siempre usando el cubrebocas lo más que podamos, tratando de tener todas las medidas de higiene, con todo esto si se puede conjugar”.
Ejemplo de ello ha sido la religión católica que ha buscado y seguido los protocolos para evitar contagios entre la feligresía, desde respetar el aforo establecido en los templos, evitar algunos gestos y signos en las celebraciones
sigue y no toda la población se encuentra inmunizada, por lo que es posible rebrote
La pandemia
eucarísticas, las aglomeraciones hasta el uso obligatorio de cubrebocas.
Briseño Arch manifestó que al mantenerse el puerto Veracruz en semáforo epidemiológico naranja, las iglesias de la Diócesis solo permitirán un foro del 25 por ciento de fieles durante las siguientes dos semanas.
Finalmente y cuestionado sobre la denuncia que hizo el Colectivo Madres en Búsqueda Coatzacoalcos en contra de la Fiscalía General del Estado por haber entregado los restos de una persona a sus familiares en una bolsa negra de basura, Briseño Arch, lamentó la situación y pidió que no se repita por respeto a las familias de las víctimas.
Dijo que este tipo de acciones le duelen a la iglesia, sin imaginar lo que sintió el familiar que los recibió y también por la persona que murió.
Consideró que existe una mentalidad de desprecio y poco respeto del cuerpo humano, que fue evidenciado por el “gesto” de las autoridades de la FGE.