Dignificación del Poder Legislativo
Sin poses demagógicas, Américo Zúñiga Martínez, en el discurso con que inicia su campaña política para obtener el triunfo que lo lleve a la Cámara federal de Diputados, fue claro, preciso y congruente con las circunstancias que vive el país.
Es más, los líderes nacionales, estatales y regionales del PRIPAN-PRD añaden al anterior posicionamiento el siguiente: “para evitar que AMLO siga contando con una mayoría calificada en la Cámara de Diputados federal, tienes que votar por nosotros para >amarrarle las manos< al presidente y así evitar que siga llevando a México al despeñadero”.
¡Nada más falso que esto! Tanto una coalición como la otra son lo mismo. Los partidos políticos allí incrustados han gobernado este país: PRI y PAN; y el PRD los ha acompañado con acuerdos trascendentales como el Pacto por México, con cuyos efectos liquidaron el estado de bienestar. Morena, por su parte, con toda la caterva de políticos salidos del PRI-PAN-PRD, y que se han incrustado en el gobierno federal, han mostrado, en tan solo dos años, como la autocracia se significó como su modelo de gobierno, y han profundizado en la multiplicación de la pobreza alimentaria, de salud y de inseguridad, cerrando cualquier posibilidad de rectificar esas políticas públicas.
PRI, PAN, PRD, y Morena, PT, VERDE, junto con sus partidos satélites, son lo mismo, incapaces e ineficientes para armar un proyecto de gobierno progresista, alternativo, que impulse el desarrollo de las fuerzas productivas en beneficio de los trabajadores del campo y la ciudad, de la clase media, que traiga paz y felicidad a la mayoría de los hogares de México.
Votar por los candidatos de esos partidos, de esas coaliciones, es desperdiciar el voto,
es sufragar por más de lo mismo, por pobreza, miseria, inseguridad, insalubridad y negación de un futuro promisorio para las nuevas generaciones; por ello es importante mirar cómo está creciendo en el país una tercera vía, distinta totalmente a los de siempre, porque plantea una ruta económica alejada totalmente del que enarbola el actual gobierno, que empuja una agenda ambientalista, que reactiva el mercado interno, que fortalece la banca de desarrollo para que alimente con créditos blandos al campo, al sector ganadero, a las agroindustrias, a la empresa e industria nacional, para que generen empleos que sean motor del progresivo consumo y así crear los tan ansiados círculos virtuosos.
Movimiento
Ciudadano