Deuda de estados y municipios creció 2%
El incremento de los préstamos fue el más bajo en los últimos tres años con crisis económicas, dice el Imco
CDMX. Al cierre de 2020, la deuda de estados y municipios ascendió dos por ciento a tasa anual. Esto fue menor a lo registrado en las crisis económicas de 1994 y de 2008, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
“A pesar de la profunda crisis económica, la deuda en los estados y municipios aumentó únicamente dos por ciento en términos reales en comparación con 2019. Este es un escenario atípico en comparación con otras crisis registradas en México como la de 1994 y 2009, en donde la deuda creció 45 por ciento y 20 por ciento, respectivamente”, enfatizó el organismo liderado por Valeria Moy.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la deuda pública de los estados, municipios y sus organismos ascendió a 637 mil 275 millones de pesos, es decir, 33 mil 467 millones de pesos más que en 2019.
En entrevista con OEM, Manuel Guadarrama, coordinador de Gobierno y Finanzas del Imco, detalló que la deuda subnacional, referente a las obligaciones de pago que tienen contratados estados y municipios, creció más de cuatro veces en términos reales desde que se tiene registro, en 1993.
Explicó que la deuda ha incrementado a distintos ritmos en el paso del tiempo. Entre 1993 y 2006, detalló, el incremento promedio de la deuda local fue de seis por ciento cada año, mientras que entre 2006 y 2011 se ubicó en 15 por ciento.
Entre 2012 y 2019, añade, el promedio se redujo a seis por ciento anual.
La deuda de estados y municipios creció cuatro veces entre 1993 y 2020
El también fundador de Bloomsbury Policy Group explicó que la desaceleración en la contratación de la deuda es consecuencia de una mayor conciencia por parte de los gobiernos locales y estatales, así como por la correcta aplicación de la Ley de Disciplina Financiera, el Sistema de Alertas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como por la información recopilada en el Registro Público Único que fijan topes de endeudamientos para los estados.
Por separado, Christopher Cernichiaro, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), recordó que desde 2016 se creó la Ley de Disciplina Financiera para establecer techos e indicadores de alerta, que a través de un semáforo se permite observar la evolución de la deuda y si las entidades o municipios están poniendo en riesgo sus finanzas.
El especialista recordó que entre 2008 y 2016, la deuda pública como porcentaje de las economías estatales pasó de 1.5 por ciento a 3.2 por ciento.
Cernichiaro Reyna consideró que será hasta el cierre de este año cuando se pueda medir el impacto en el endeudamiento de los estados, ya que durante 2020 las entidades recibieron menos recursos para pedir préstamos y hubo factores como las elecciones que no permitieron a los gobiernos contratar deuda a corto plazo.
“Que entren las nuevas administraciones y a ver qué hacen, será decisión de cada estado si agarro o no agarro (deuda)”, dio a conocer.
Para Lía Álvarez, investigadora del programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, “sería muy irresponsable por parte de las entidades y municipios” adquirir deuda tras ganar las elecciones de 2021, “considerando que aún no sabemos cuál va a ser la recuperación que vamos a tener al finalizar el año, aunque Hacienda estima un rebote superior a cinco por ciento”.Añadió que los estados y municipios no incrementaron su nivel de deuda porque los recursos que reciben vía transferencias de la Federación disminuyeron 7.7 por ciento y normalmente se utilizan para adquirir estos financiamientos. En el primer trimestre de 2021, estas transferencias se redujeron 3.3 por ciento.
Lia Álvarez también mencionó que un punto central será conocer a qué se destinaron los recursos, ya que actualmente “se conocen los montos, pero no el destino”. En este sentido, expresó que existe una oportunidad para legislar en materia de transparencia para obligar a los gobiernos a hacer público el destino de estos recursos y no sólo las cantidades gastadas.
La especialista añadió que más allá de la capacidad de endeudamiento de los estados y municipios es necesario mejorar su recaudación de impuestos para incrementar los recursos que tienen disponibles para gastar y reducir su dependencia al endeudamiento y a las transferencias federales.