Indagan muerte de doctora en separos
PACHUCA. El miércoles, una mujer fue detenida por policías municipales de Progreso, Hidalgo, luego de un incidente de tráfico y horas después reportaron su muerte, lo que causó indignación y una marcha ayer encabezada por familiares quienes exigieron justicia.
Beatriz N, Betty, era originaria del municipio de Tezontepec de Aldama y se desempeñaba como médico en el hospital Covid en Actopan. La tarde del miércoles, policías municipales intervinieron en un incidente de tránsito en el que presuntamente Betty habría sido la responsable al impactarse contra otra unidad.
Ella fue arrestada y llamó a su padre, Cirilo Hernández, quien llegó a la comisaría para ayudar a su hija y hacer los trámites para su liberación. Minutos después de ver a su papá, Betty murió.
En un comunicado, el Ayuntamiento de Progreso indicó que la muerte de Betty fue un suicidio en el que utilizó su blusa para colgarse.
Los policías que custodiaban las celdas notaron que no se movía y la llevaron a un hospital privado donde los médicos confirmaron su muerte.
Las autoridades señalaron también que la doctora estaba en estado de intoxicación cuando fue detenida.
Sin embargo, de acuerdo con familiares de la víctima, que pidieron no ser identificados, su muerte se dio en medio de situaciones anormales y acusaron que pudo haber sido violentada por los uniformados que en condiciones extrañas la llevaron a una clínica particular.
Los familiares denunciaron la muerte de Betty ante la Fiscalía General del estado de Hidalgo que inició una carpeta de investigación por feminicidio. Policías estatales llegaron durante la madrugada de ayer al Ayuntamiento de Progreso donde detuvieron a siete trabajadores, entre administrativos y policías, y desarmaron a todos los uniformados.
Ayer, familiares de Betty, habitantes de Progreso y grupos feministas marcharon en la ciudad para exigir justicia. "Ella salvaba vidas, ustedes se la quitaron. Asesinos", es una de las tantas leyendas que escribieron en decenas de cartulinas y mantas que portaban en las manos.
Desde un micrófono, una jovencita hizo un resumen de lo sucedido, "Betty estaba a punto de cumplir 30 años, era egresada del Politécnico Nacional, cuando sufrió un accidente y fue cruelmente atendida por la policía municipal".
Este es el segundo caso del año en el que una mujer muere en custodia de la policía, luego de que en marzo, policías de Tulum, Quintana Roo, privaron de la vida a una salvadoreña a quien le rompieron el cuello al tratar de detenerla por presuntamente escandalizar en vía pública.