“Asesinaron a un gran ser humano” El cuerpo de la doctora fue velado en su hogar en el municipio de Tezontepec
PROGRESO DE OBREGÓN. Con el semblante destrozado, Cirilo Hernández resiste el dolor de perder a su hija Beatriz, una médica de profesión que a sus 29 años murió tras ser arrestada en Progreso de Obregón.
“Mataron a un gran ser humano que dedicaba su vida a salvar la de otros, no merecía esto”, dijo Cirilo, quien sacó adelante a su hija, para que ella tuviera una carrera profesional, con esfuerzo trabajando como chofer y albañil, con salarios muy bajos.
Mientras hay policías detenidos por posiblemente estar involucrados con la muerte de su hija, Cirilo recibe a familiares y amigos que le dan el último adiós a Betty, cuyo cuerpo fue velado en su hogar ubicado en
Presas, Tezontepec de Aldama. El cuerpo hoy será sepultado, tras una misa programada a las 13 horas.
Mechones de cabello cano cubren a medias los ojos cansados del hombre, quien no piensa en la venganza sino en exigir justicia, mientras su voz se agudiza bajo el cubrebocas que porta y la gente toma un asiento para despedir a la joven mujer.
El padre de Betty narra para Organización Editorial Mexicana que aquel miércoles habló con su hija como a eso de las 11:30 horas. “Me dijo, al rato nos vemos, acordé comer con mi abuela”.
Al concluir su jornada laboral ella se dirigió de Pachuca a Tezontepec, fue entonces que cerca de las 18:00 horas, Cirilo recibió la llamada de un familiar en la que le explicaban que su hija había tenido un percance y estaba detenida.
“No pasaron ni 15 minutos cuando volví a la comandancia y vi que ya habían cerrado; luego llegó una ambulancia. Ahí supe que algo raro estaba pasando y me preocupaba mi hija”, dijo el entrevistado.
Cirilo, al ver por un orificio, notó a su hija inmóvil. El padre de Betty ingresó a la fuerza y vio cómo los paramédicos le aplicaban RCP para intentar reanimarla; no lo lograron y la llevaron a una clínica donde posteriormente la declararon muerta.
Al padre de Betty le dijeron que ella estaba intoxicada y se había quitado la vida, sin embargo, asegura que no ha visto, hasta este momento, algún certificado que indique que ella viajaba bajo efectos de alguna sustancia.
Cirilo comenta que hay muchas cosas raras, como el hecho de que no aparece la cartera de su hija ni sus identificaciones, aunado a los comunicados que ha emitido el Ayuntamiento para mostrar “posturas” sobre la muerte de Beatriz.
El pasado viernes un juez de control dictó prisión preventiva como medida cautelar a las siete personas que presuntamente son las responsables del feminicidio de la doctora Betty. La audiencia para los policías que fueron detenidos por estos hechos se reanudará el próximo miércoles.
Cirilo sabe que no va a recuperar a su hija, pero al menos quiere que se haga justicia y clama a las autoridades que exista una capacitación que de confiabilidad en la policía.
CIRILO HERNÁNDEZ PADRE DE BETTY
Llegó una ambulancia. Ahí supe que algo raro estaba pasando y me preocupaba mi hija”