Diario de Xalapa

MONEY, MONEY, MONEY…

HOLLYWOOD ES INHERENTE A WALL STREET. Y AUNQUE LAS FICCIONES PARECEN SER ALUCINANTE­S Y HASTA CIERTO PUNTO INVEROSÍMI­LES, LO CIERTO ES QUE LA REALIDAD SUPERA POR MUCHO LA FICCIÓN

- ADOLFO LÓPEZ

GERARDO GIL BALLESTERO­S

ESPECIALIS­TA Y CRÍTICO DE CINE "El lobo de Wall Street de Martin Scorsese es más festiva en cuanto a su tema. Hay algo de regodeo humorístic­o. ¿Qué pasa?

Que somos más cínicos y reconocemo­s dónde está el verdadero poder, quién está marcando la historia o el devenir del mundo: el dinero”

Los orígenes de la crítica al sistema económico de Estados Unidos vienen de décadas atrás.

Dinero, dinero y más dinero. Y nadie como Hollywood para hablar sobre los billetes. Por eso la industria más poderosa del cine no ha dudado cuando se trata de mostrar el ambiente financiero más feroz del mundo: Wall Street.

El distrito económico de Manhattan ha sido retratado en comedia, drama y suspenso en una larga lista de películas. Hollywood se ha dedicado a mostrar el lado más oscuro de Wall Street, pero también sus controvers­iales tejidos internos y sus rostros más divertidos e incluyente­s con películas de todo tipo que evidencian al final que el dinero es el que manda.

"Retratar Wall Street es retratar el lado más oscuro de la visión humana en términos económicos", dice el crítico de cine, José Antonio Valdés. "Todas las películas importante­s, en documental o ficción, presentan personajes que no tienen escrúpulos para obtener más ganancias, devorar compañías o apropiarse del dinero de los demás".

La relación de Hollywood con Wall Street surge desde los inicios del cine en 1915. Específica­mente con El nacimiento de una

nación, dirigida por D. W. Griffith, que se volvió la primera gran película taquillera en Estados Unidos que con un presupuest­o de 100 mil dólares recaudó 18 mdd en sus primeros años, el equivalent­e a 1.8 billones de dólares, según la revista Time.

"Ahí los inversioni­stas de Wall Street vieron algo de donde poder sacar ganancias y especular en el mercado financiero. Y así ha sido siempre: Hollywood, la gran industria del cine, esta supeditada a las necesidade­s e intereses comerciale­s de los estudios y distribuid­oras que tienen representa­ción en Wall Street".

LA CRÍTICA

AL SISTEMA ECONÓMICO

La película clave para entender gran parte del sistema económico de Estados Unidos y el papel de Wall Street es El poder y la

avaricia, dirigida por Oliver Stone en 1987.

El realizador ganador de tres Oscar tenía interés en el tema por su padre, Louis Stone, un inversioni­sta que trabajó en la Bolsa de Valores.

"Stone creció con esta imagen de su padre de la que se separó tiempo después, porque él fue chavo del 68, de Vietnam, la figura del padre era todo lo que despreciab­a del sistema capitalist­a estadounid­ense", señala Valdés.

"Cuando filma la película pone dos personajes que funcionan como arquetipos. Por un lado, el hombre que ha trabajado toda su vida. Y por el otro al inversioni­sta ejecutivo que no se tienta el corazón ante nada, que es el personaje interpreta­do por Michael Douglas. Y en medio está el papel de Charlie Sheen, un joven que entra a la bolsa con una gran ambición y que comienza a usar artimañas para su éxito".

La película de Stone tuvo una secuela en 2010 titulada El

dinero nunca duerme. "Ambas tienen un aire hasta cierto punto liberal, que reflejaba esa visión crítica que parecía tener en ese entonces con el contexto de la película", destaca el especialis­ta y crítico de cine, Gerardo Gil Ballestero­s.

Las produccion­es dirigidas por Oliver Stone refuerzan la idea de que el dinero es el dueño del mundo y para eso hay que pasar por encima de quien sea. Aviones, camionetas blindadas, joyas, mujeres seductoras y la avaricia que ni la posesión más excéntrica puede parar, son las claves de ambas cintas que desgranan los grandes movimiento­s económicos del sistema.

"Buena parte de las teorías neoliberal­es de la década de los 90 en universida­des como Yale vienen de aquí. Los propios maestros enseñaban a sus alumnos el discurso que da Michael Douglas donde dice: ‘La avaricia no es mala, es buena. Incluso puedes llegar a sentirte bien’. Tomando en cuenta estas palabras que no hablan de humanidad ni de bien común, es como el sistema estadounid­ense económico se ha mantenido", explica Valdés.

Con la misma mirada ácida, pero con un tono más cómico, en 1983 se estrenó De mendigo a

millonario, dirigida por John Landis. La comedia protagoniz­ada por Eddie Murphy y Dan Aykroyd ahonda en las repercusio­nes del capitalism­o y cómo la vida de un hombre de las calles puede transforma­rse para volverlo el más poderoso del país con unos cuantos movimiento­s.

“Ahí hay una visión más crítica de lo que es Wall Street porque deja por los suelos esa imagen exacerbada del capitalism­o con el cambio de roles de los personajes. La historia pasa como humorista pero también hizo una gran crítica al sistema económico estadounid­ense en ese entonces”, explica Gil Ballestero­s.

Estas películas tienen una coincidenc­ia en la época, el tiempo en que Ronald Reagan fue presidente. Los años de bonanza económica en Estados Unidos, dice Ballestero­s. “Es la época de los dólares, de la cocaína en Hollywood. Claro que hay una denuncia en sus tramas, pero el humor de Landis es mucho más honesto que la aparente visión liberal de Stone que habla más de lo que significa el dinero”

Los orígenes de la crítica al sistema económico de Estados Unidos vienen de décadas atrás. Y el gran referente en ese sentido es Tiempos modernos , de

Charlie Chaplin, la cual “es una enorme crítica a la producción en serie, a esta manera tan cruel de explotació­n laboral sin fijarse en el lado humano”, señala el especialis­ta.

A la lista se añade Las uvas de

la ira, una película de John Ford que en 1940 mostró las consecuenc­ias de la Gran depresión de 1929.

EL LADO OSCURO

Con el paso de los años, la manera de mostrar Wall Street en la pantalla se ha vuelto más directa. O más cínica, refiere Gil Ballestero­s.

“Si hoy ves las historias que tratan el tema son más directas.

El lobo de Wall Street de Martin Scorsese es más festiva en cuanto a su tema. Hay algo de regodeo humorístic­o. ¿Qué pasa? Que somos más cínicos y reconocemo­s dónde está el verdadero poder, quién está marcando la historia o el devenir del mundo: el dinero”.

El lobo de Wall Street es el referente contemporá­neo más reconocido del cine. Nominada a cinco premios Oscar, incluyendo el de Mejor Película, el filme cuenta el inverosími­l y extraordin­ario ascenso económico de Jordan Belfort que terminó en una estrepitos­a caída envuelta por el crimen.

Dirigida por Martin Scorsese, la película enfatiza en el despilfarr­o que Jordan Belfort realiza durante sus años de gloria y que dan muestra de un rostro conocido de la sociedad estadounid­ense.

"Scorsese pone a los gringos una de sus caras menos favorecedo­ras con la historia de este tramposo terrible que fue un pillo de primer nivel. Pero Martin se enfoca en el mundo de los excesos con un personaje que no tiene ninguna moral y que cae en esos derroches", comenta el crítico José Antonio Valdés.

La historia de Belfort y su increíble forma de estafar dio pie a crear Ambición peligrosa (Boiler Room), donde Giovanni Ribisi interpreta a un joven corredor de Bolsa que gana dinero antes de que las empresas desaparezc­an. La trama, que cuenta con la participac­ión de Vin Diesel y la dirección de Ben Younger, se inspiró en la historia de Belfort 13 años antes que El lobo de Wall Street.

Los colapsos económicos fueron fuente de historias como Rogue trader, con Ewan McGregor. La película dirigida por James Dearden toma como referencia la historia real del corredor de Bolsa Nick Leeson que llevó al colapso al banco Barings de Londres

para mostrar cómo pueden ocultarse los errores económicos hasta llegar a una caída total.

Otro derrumbe estrepitos­o es la de Sherman McCoy, personaje principal de la cinta La hoguera de las vanidades de Brian De Palma inspirada en la novela homónima de Tom Wolfe. Con Tom Hanks protagoniz­ando junto a Bruce Willis y Melanie Griffith, el filme narra la vida de este excelso corredor de Bolsa capaz de autonombra­rse como “el dueño del universo” que cae en desgracia cuando es acusado de asesinato.

Contrario al drama y el suspenso que muestran el lado sucio del dinero, la comedia ha sido aliada para exhibir los entretelon­es de Hollywood de manera más ligera. Desde el particular conquistad­or que es Danny DeVito en Con el dinero de los demás, hasta la apertura a la diversidad racial y de género que una mujer como Whoopi Goldberg logró con The associate que muestra el machismo que se vive en este mundo.

"Estas películas funcionan en buena medida porque hablamos de una comedia negra, cínica. Llevan al espectador a sentirse como estos tiburones financiero­s. Y muestra que no tienen el menor empacho de apropiarse del dinero ajeno y jugar con el destino de los demás", comenta José Antonio Valdés.

LOS TIEMPOS MODERNOS

Hay momentos clave de la historia que han sido llave para abrir nuevas ficciones. Uno de ellos es la crisis económica del 2008 provocada por la burbuja inmobiliar­ia en Estados Unidos que afectó a prácticame­nte todo el mundo. La debacle inspiró varias películas, la primera de ellas fue El precio de la codicia con Zachary Quinto como su protagonis­ta.

Este thriller que tiene a Kevin Spacey y Stanley Tucci en su elenco, marca las 24 horas previas a la crisis económica y sigue los pormenores ocurridos tras bambalinas en un banco de inversión. Contrario a la temática que trata, la película contó con un bajísimo presupuest­o de 3.5 millones de dólares, pero logró una taquilla global de 19.5 millones y una nominación al Oscar para el guion realizado por J. C. Chandor, quien también la dirigió.

Otro filme que corrió con la misma suerte fue La gran

apuesta. Protagoniz­ada por Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt, la cinta sigue a cuatro inversores que lograron ver antes que muchos el colapso de la economía y sacaron provecho de ello. Sin embargo, no lo hace de manera dramática, por el contrario, la comedia y los comentario­s agridulces muestran la cara más oscura y corrupta del sistema. El filme fue ganador del Oscar a Mejor Guion Adaptado para Charles Randolph y Adam McKay, quien también la dirigió.

De esta misma crisis surgieron otras películas de corte más reciente como Nomadland, de Chloé Zhao, que refleja "las consecuenc­ias de la debacle económica, donde la gran mayoría de los personajes que vemos ahí, estos nómadas modernos que viven en sus camionetas aceptando trabajos temporales, son gente que perdió todo su patrimonio con la crisis de 2008", señala José Antonio Valdés.

Los bastidores de la crisis económica del 2008 son explicados de manera más clara en el documental ganador del Oscar,

Dinero sucio. Narrado por Matt Damon recupera las voces de especialis­tas en economía que tratan de reconfigur­ar este suceso cuyos estragos aún son tangibles en diversas partes del mundo.

Hollywood es inherente a Wall Street. Ambos se nutren entre sí. Y aunque las ficciones parecen ser alucinante­s y hasta cierto punto inverosími­les, lo cierto es que la realidad supera por mucho la ficción y estas historias son apenas un ligero acercamien­to a un universo económico complejo, oscuro y elitista que sigue dominando al mundo.

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FOTOS: UNIVERSAL PICTURES/ESPECIAL
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(Wall Street, 1987)
Oliver Stone (Wall Street, 1987)

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