Conmigo o contra mí
Nadie puede negar la cruz de su parroquia decía la abuela Nila y eso es exactamente lo que demuestra el expriista Andrés Manuel López Obrador, quien insiste y persiste en ver numéricamente la marcha ciudadana del pasado domingo realizada en varias regiones del país, con énfasis en la Ciudad de México, donde miles salieron a manifestarse en contra de una pretendida reforma electoral con la que se intenta modificar hasta casi desaparecer al INE.
Con esa mentalidad borreguil, o sea de contar borregos como en sus buenos años, López Obrador quiere convencer que los miles de ciudadanos que marcharon el pasado domingo del monumento Ángel de la Independencia al de la Revolución, allá en la Ciudad de México, eran tan pocos que, si hubieran llegado al Zócalo, apenas habrían ocupado el 48 por ciento de su espacio, que numéricamente tiene cabida para 125 mil personas, en casi 47 mil metros cuadrados.
En su afán denostador, López Obrador quien ha dado en llamar a la manifestación ciudadana del 13 de noviembre como la “marcha fifí”, promueve la comparación de personas ocupantes de la plancha del Zócalo capitalino y algunos medios de comunicación manejan que, por ejemplo, en el tercer informe de gobierno de AMLO, este reunió a 250 mil personas, cifra muy superior a las 60 mil que según las cifras oficiales apoyaron #ElINENosetoca
Reconocen los corifeos que el récord de asistencia en el Zócalo de la Ciudad de México, lo tuvo el Grupo Firme con su concierto gratuito del domingo 25 de septiembre cuando congregó a 250 mil personas, algo así como al 250 por ciento de la capacidad de esa plancha de concreto de la capital del país.
Es tal su obsesión numérica, que este martes volvió a insistir en que fueron pocos los manifestantes del domingo 13 de noviembre, por lo cual retó a sus opositores en su “mañanera”, a seguir marchando porque “tienen que llenar el Zócalo”.
También decía la abuela Nila que no hay peor ciego que el que no quiere ver y esta necedad de negar lo que se vio el domingo, olvidando que lo que se ve no se juzga, es claro ejemplo de que las ideas de Porfirio Díaz Mori aún persisten en nuestro país, pues en pleno siglo XXI se sigue practicando desde el gobierno federal el lamentable “estás conmigo o contra mí”.
Reiteradamente dijo que los que marcharían el domingo 13 de noviembre, lo harían para “manifestarse en contra de la Cuarta Transformación”. "Lo del INE fue una excusa, una bandera, pero en el fondo los que se manifestaron ayer lo hicieron en contra de la transformación que se está llevando en el país, lo hicieron a favor de los privilegios que ellos tenían antes del gobierno que represento", han sido las palabras del actual presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Lo que se niega a ver y sobre todo reconocer el primer morenista del país, es que los miles de personas de 50 ciudades del país que salieron a las calles el pasado domingo 13 de noviembre a protestar contra la pretendida reforma electoral, lo hicieron por voluntad propia, no fueron acarreados, ni motivados por un Frutsi y una torta.
Al igual que esos miles de manifestantes, salieron a protestar mexicanos en Glasgow, Escocia, Los Ángeles y Chicago, en Estados Unidos de Norteamérica.
Familias completas salieron a decir #ElINEnosetoca y así hayan sido solo 10 o 20, son los mismos que disienten de la política individualista que está persistiendo.