Diario de Xalapa

Gorditas es patrimonio culinario

A sus 57 años de edad, la veracruzan­a ha dedicado poco más de la mitad de su vida a su elaboració­n

- MARIBEL SÁNCHEZ

Contar las historias ligadas a la milpa y al maíz también es una forma de proteger el patrimonio biocultura­l que para México significa este alimento, expresa el investigad­or Miguel Ángel Escalona Aguilar. Una de esas historias es la de la xalapeña Ana Hernández Oliva.

A sus 57 años de edad, la veracruzan­a ha dedicado poco más de la mitad de su vida a la diaria elaboració­n de gorditas, picaditas y tortillas, así, además de tener sustento económico, salvaguard­a la práctica ancestral del consumo de maíz y contribuye a la cohesión social en un barrio emblemátic­o.

En diciembre, previo a la Navidad, Ana celebra 34 años de vivir del maíz en El Dique, lugar donde es conocida por los vecinos y por quienes caminan estas calles para ir a sus trabajos, a las escuelas cercanas o al paseo de Los Lagos.

“Se ha vuelto un personaje del barrio”, expresa Carlos Brito Mancilla, quien suele desayunar en “Gorditas Anita”, en la calle “Los Atletas”, esquina donde se reúnen personas de todas las edades y donde es posible comer frente al comal, mientras las tortillas se cuecen e inflan al calor del fuego. Para Ana es motivo de orgullo y satisfacci­ón sumar más de tres décadas de un trabajo que le ha permitido conocer a mucha gente y poder serviles un antojito a niños y niñas que al crecer, por voluntad propia, vuelven con ella.

Como todas las historias de éxito, la suya es de esfuerzo y dedicación. Aún recuerda el primer día que salió con su anafre, carbón y masa, y con la ayuda de su hijo Rafael logró prender el fuego. Su venta fue de 60 pesos.

Ana es la segunda generación de mujeres reconocida­s en El Dique, la primera fue su mamá, doña Ángela Oliva, quien en ese mismo lugar fue comerciant­e durante más de 50 años y ahora está a la espera de cumplir un siglo de vida.

Hay muchos motivos para celebrar, afirma Rafael, quien muestra gratitud por el esfuerzo de sus ancestras. Por ese trabajo, por el maíz y por quienes aprecian el arte culinario, él es hoy doctor en Educación. El docente aún dice ayudarle a su mamá los fines de semana.

En 2023, “Gorditas Anita” destina 20 kilos diarios de masa para la elaboració­n de los antojitos, y los sábados y domingos, 40 kilos por día. Para poder atender a los comensales el equipo de trabajo es de ocho mujeres.

Mientras unas preparan las quesadilla­s, otras hacen picadas, unas más sirven los tacos de costilla en salsa de chile seco o de milanesa, y otras levantan pedido de gorditas rellenas de chicharrón o frijol, de platanitos, aguas de frutas, atole de piña o café. Ana, Julia, Ángela, Juliete, Mónica, Mau, Antonia, Alicia, Sara y Gerardo son los encargados de las activas jornadas, pues desde las ocho de la mañana atienden a quienes llegan al puesto y cubren pedidos de trabajador­es de la Comisión de Agua, de Rectoría, de la Universida­d Veracruzan­a, del palacio de Gobierno y municipal, y hasta de personas de Las Trancas. En retribució­n por lo recibido, Ana y sus hijos decidieron hacer fiesta por sus 34 años. En un hecho inusual, dieron el desayuno gratis el 21 de diciembre. Al ritmo de cumbias, hombres y mujeres por igual disfrutaro­n sus alimentos.

Dieron el desayuno gratis ayer al ritmo de cumbias; hombres y mujeres por igual disfrutaro­n sus alimentos.

 ?? RICARDO MARTÍNEZ ?? Ayer en un ambiente de júbilo se hicieron gorditas para comensales
RICARDO MARTÍNEZ Ayer en un ambiente de júbilo se hicieron gorditas para comensales

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico