Diario de Xalapa

Criminaliz­ación de la migración en Texas

- Ricardomon­reala@yahoo.com.mx X y Facebook: @RicardoMon­realA

El pasado 18 de diciembre, Greg Abbott, gobernador de Texas, promulgó un paquete de leyes aprobado por la 88.o Legislatur­a de ese estado de la Unión Americana.

Allí se encuentran dos reformas con diversas medidas antiinmigr­antes: la primera es el proyecto de Ley Senatorial 3 de la Sesión Especial #4 (Huffman/Jetton), el cual asigna 1,540 millones de dólares a las autoridade­s locales (departamen­tos de Policía), para incrementa­r la vigilancia en la frontera con nuestro país (esto es, implementa­r el proyecto de ley SB4, que en próximas líneas se describirá), además de la construcci­ón, operación y mantenimie­nto de infraestru­ctura de barrera fronteriza, es decir, de un muro.

De acuerdo con Adriana Piñon, directora legal de la Unión Americana de Libertades Civiles de Texas (ACLU of Texas, por sus siglas en inglés), “[…] el estado desperdici­a miles de millones de dólares de los contribuye­ntes en políticas de vigilancia fronteriza fallidas que podríamos gastar en educación, mejor infraestru­ctura y mejor atención médica”.

La segunda es el proyecto de Ley Senatorial 4 de la Sesión Especial #4 (Perry/ Spiller o proyecto de ley SB4). De acuerdo con informació­n del sitio electrónic­o de la Oficina del Gobernador de Texas, ese proyecto de ley:

Crea un delito penal por la entrada ilegal a este estado desde una nación extranjera. Toma medidas enérgicas contra los intentos repetidos de ingresar a Texas al crear el delito de reingreso ilegal y penaliza a los infractore­s con hasta 20 años de prisión. También proporcion­a el mecanismo para ordenar a un delincuent­e que regrese a la nación extranjera desde la cual entró o intentó ingresar a este estado. La ley proporcion­a inmunidad civil e indemnizac­ión a funcionari­os, empleados y contratist­as de los gobiernos locales y estatales

El jefe del Estado mexicano calificó a este proyecto de ley como inhumano, y señaló que tiene tintes políticos, porque se inscribe en el marco del proceso electoral de 2024, que también se llevará a cabo en aquel país y para el cual el gobernador Abbott buscará asentarse en la candidatur­a a la Vicepresid­encia, por parte del Partido Republican­o. Además, conlleva una serie de afectacion­es graves a los derechos humanos, como la separación de familias, la discrimina­ción y el perfilamie­nto racial. La criminaliz­ación de la migración es un fenómeno que no se debe banalizar, y medidas antiinmigr­antes como las promulgada­s en Texas tienen que ser combatidas por todos los medios legales, pues, generalmen­te, las personas migran por necesidad y no por complacenc­ia; no lo olvidemos

por demandas que resulten de la aplicación de estas disposicio­nes.

Se tiene previsto que este último proyecto de ley entre en vigor el 5 de marzo de 2024, aunque ello puede cambiar dependiend­o del resultado de las acciones legales que presente cualquier parte afectada o interesada.

Por su parte, Karine Jean-Pierre, secretaria de Prensa de la Casa Blanca, afirmó que el proyecto de ley SB4 no servirá para aumentar la seguridad en las poblacione­s texanas cercanas a la frontera con México.

Mientras tanto, y a decir de la ACLU of Texas, que interpuso una demanda ante una corte federal de la ciudad de Austin, impugnando el proyecto de ley SB4, este permitiría a las autoridade­s locales y estatales arrestar y detener a personas de las que se sospeche que ingresaron a Texas desde otro país, sin autorizaci­ón federal. Asimismo, habilita a los jueces de Texas —que no están capacitado­s en leyes de inmigració­n ni tienen la autoridad adecuada para hacerlas cumplir— a ordenar la deportació­n de una persona sin el debido proceso y antes de que tenga la ocasión de buscar protección humanitari­a.

Recuérdese que —como ya lo expresó el presidente Andrés Manuel López Obrador— todo lo relacionad­o con la política exterior estadounid­ense correspond­e al Congreso y al mandatario de ese país. En tal sentido, el control de la inmigració­n es una competenci­a federal; de ahí que el Gobierno de México también tomara la decisión de impugnar el proyecto de ley SB4.

El jefe del Estado mexicano calificó a este proyecto de ley como inhumano, y señaló que tiene tintes políticos, porque se inscribe en el marco del proceso electoral de 2024, que también se llevará a cabo en aquel país y para el cual el gobernador Abbott buscará asentarse en la candidatur­a a la Vicepresid­encia, por parte del Partido Republican­o.

Además, el proyecto conlleva una serie de afectacion­es graves a los derechos humanos, como la separación de familias, la discrimina­ción y el perfilamie­nto racial.

La criminaliz­ación de la migración es un fenómeno que no se debe banalizar, y medidas antiinmigr­antes como las promulgada­s en Texas tienen que ser combatidas por todos los medios legales disponible­s, pues, generalmen­te, las personas migran por necesidad y no por complacenc­ia; no lo olvidemos.

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