Los BRICS+: ¿orden global más democrático?
ha hablado desde el año pasado sobre la expansión de los BRICS. Sin embargo, es en 2004 cuando se oficializa la nueva membresía de cinco países invitados: Egipto, Etiopía, Irán, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes. Argentina formaba parte de esta lista. No obstante, en diciembre de 2023, el país desistió de convertirse en miembro debido a su súbito cambio de rumbo político, incluso cuando China es uno de sus principales socios comerciales.
Mucho se
Los BRICS, acrónimo que originalmente agrupaba a cinco países emergentes importantes (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), quienes fueron las naciones fundadoras del bloque en 2009 con el objetivo de impulsar la cooperación y el desarrollo económico en diversas áreas. La idea surgió para contrarrestar la influencia económica y política de las naciones occidentales.
La cooperación entre los BRICS abarca campos diversos como el comercio, las finanzas, la ciencia y la tecnología, la seguridad y la diplomacia. Iniciativas conjuntas como la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y el Acuerdo Contingente de Reservas (ACR) buscan fortalecer la estabilidad financiera y reducir la dependencia de instituciones internacionales tradicionales.
La evolución actual y futura de los BRICS y su impacto en la arena internacional cobran gran relevancia en 2024. El rebranding del nuevo bloque como los BRICS plus (o BRICS+), conformado por un puñado de naciones que ahora son responsables de 36 por ciento del PIB global, abarcando 46 por ciento de la población mundial y suministrando 43 por ciento de la producción de petróleo, plantea la pregunta: ¿Los BRICS+ generará un gran impacto?
Pudiera ser, pero los BRICS+ carecen de institucionalidad. El bloque no cuenta con un Secretariado que actúe como el cuerpo administrativo central, desempeñando un papel crucial en la coordinación y facilitación de las actividades del bloque. La falta de apoyo esencial de gestión logística, mantenimiento de registros y garantía de comunicación efectiva entre los miembros y las partes interesadas se ha dejado ver ausente, debido a las opacas reglas sobre la autoridad legal del bloque y las reglas de membresía.
Las expansiones de iniciativas globales suelen ser problemáticas. El número de intereses heterogéneos de los nuevos miembros puede complicar la toma de decisiones y la dirección del bloque. Por ejemplo, China podría buscar incrementar su influencia diplomática a través del BRICS+ y quizás desempeñar un papel más destacado en la seguridad del mundo en desarrollo, mientras que otros miembros podrían preferir enfocarse simplemente en maximizar sus intereses económicos.
Estas son dos motivaciones muy diferentes, lo que significa que cuanto más grande sea el bloque, es más probable que las decisiones o posiciones se diluyan, especialmente si es un grupo que opera aparentemente por consenso.
La inclusión de Irán, que junto con Rusia y China manifiestan el fortalecimiento de una narrativa anti-América, perfila al bloque a desarrollarse bajo una política posiblemente antagonista y desafiante para Occidente en esta, su primera gran expansión de miembros.
Rusia e Irán, dos países sancionados internacionalmente, deberán ahora negociar las prioridades del bloque con India y Brasil, relativos aliados a los intereses de Estados Unidos, generando dudas sobre