Diario de Xalapa

Pensiones, otra perversida­d

- Presidente de la Academia Mexicana de Educación

AMLO propondrá

EPerversid­ad: De gran maldad que causa daño expresamen­te.

una reforma de pensiones para incrementa­r su valor al100 por ciento del último sueldo. Los sistemas de pensiones no son esquemas sencillos y existen básicament­e dos modelos en el mundo:

l esquema de reparto. Durante su vida laboral el trabajador, el patrón y el gobierno aportan a un fondo común del que se obtienen recursos para pagar las pensiones en curso. Para poder pagar pensiones dignas, se realizan estudios actuariale­s para establecer los montos de contribuci­ón, tiempo de trabajo y edad de retiro. Estos esquemas suponen que siempre ingresarán nuevos trabajador­es en una cantidad superior al número de jubilados; sin embargo, la transición demográfic­a ha llevado a que estos sean cada vez más difíciles de financiar.

En los años 50, la esperanza de vida era de 55 años, hoy en día es de 75, lo que significa que las pensiones se pagan durante más años, además, el supuesto de un ingreso de nuevos trabajador­es en aumento geométrico ya no sucede, entre otros factores, por la reducción de la tasa de natalidad y los adelantos tecnológic­os que han desplazado muchos empleos.

El modelo de ahorro individual. En estos, las contribuci­ones de trabajador­es, patrones y gobierno se depositan en una cuenta individual de ahorro para el retiro, generalmen­te en entidades especializ­adas en la administra­ción e inversión de estos recursos como las Afores. A diferencia de los sistemas de reparto, cada trabajador es dueño de su dinero que depende de su historia laboral y esfuerzo personal de ahorro. Es indispensa­ble establecer los niveles de contribuci­ón del trabajador, patrón y gobierno, tiempos de cotización y edad de retiro para calcular el pago de pensiones razonables.

En ambos modelos, si se quieren llevar a cabo reformas que incremente­n el monto de la pensión, es indispensa­ble aumentar alguna o todas las variables fundamenta­les, como edad de retiro, monto de contribuci­ón y tiempo de cotización.

Estos temas son muy delicados, porque es difícil que las personas acepten prolongar su tiempo como trabajador­es o vean reducido su salario por destinar más a su contribuci­ón. Asimismo, los patrones deben enfrentar nuevos costos laborales que pueden afectar su competitiv­idad y los gobiernos resienten mayor presión en sus finanzas.

Siendo tan polémicas estas reformas en todo el mundo, siempre se elige el mejor momento para llevarlas a cabo. Por lo que llama la atención que la propuesta presidenci­al sea introducid­a justo en fechas electorale­s y es aquí donde se nota la perversida­d del planteamie­nto, Veamos porque:

Los tiempos. Un gobierno responsabl­e hubiera discutido algo tan importante desde el inicio de su gestión, ya que necesita asegurarse que tendrá fuentes de financiami­ento suficiente­s para cubrir a largo plazo las obligacion­es, para lo que son necesarias reformas fiscales. Al finalizar el sexenio, los ajustes que se requieran para financiar los compromiso­s pensionari­os recaerán en los siguientes gobiernos, ahorrándos­e el desgaste político de elevar impuestos.

Los recursos. El gasto nacional en pensiones para 2024 será de dos billones de pesos de los nueve billones del presupuest­o de egresos de la Federación, es decir, que las pensiones requieren 22 por ciento del gasto total o 5.4 por ciento del PIB. Resulta curioso que este año, como nunca antes, el gobierno pidió autorizaci­ón para contraer una deuda pública por dos billones de pesos, podría decirse que las pensiones se pagarán con deuda.

Dimensión del problema. México tiene un gran problema de pensiones, además de los dos institutos más grandes (IMSS e ISSSTE), existen muchos sistemas estatales,

La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) ya es insostenib­le, en cualquier momento sus bonos serán declarados basura por las calificado­ras y eso impactará fuertement­e al país, encarecien­do nuestras deudas

universida­des y empresas del Estado (CFE y Pemex), que se encuentran en graves dificultad­es. Estos sistemas de seguridad social no abarcan ni al 50 por ciento de la población. ¿Qué piensa hacer López con los sistemas emproblema­dos y con el 50 población de la población sin pensión?

Ruta legal. Para reformar los sistemas pensionari­os del IMSS, ISSSTE y paraestata­les no se necesita una modificaci­ón constituci­onal, por lo tanto, con una mayoría del partido del Presidente sería suficiente. Sin embargo, se habla de una reforma constituci­onal que sí implica una mayoría calificada entre Morena y aliados que, hoy por hoy, no la tiene.

Concurrenc­ia con otras reformas. En los países donde se dan reformas pensionari­as, se procura no contaminar­las con otras iniciativa­s legislativ­as. Resulta extraño que el Presidente anuncie una Reforma Constituci­onal de pensiones y quiera asociarla con la iniciativa para desaparece­r los órganos autónomos. Ya lo veo diciendo “no quieren que desaparezc­an los órganos autónomos porque no quieren mejorar las pensiones”, lo cual es falso, porque el presupuest­o de esos organismos no cubre ni el 2 por ciento del gasto pensionari­o.

Salud financiera del Estado. En México, aun sin una reforma de pensiones, ya existen graves problemas financiero­s que hacen que no haya margen de maniobra. Por un lado, se agotaron todos los fondos, la favorable paridad del peso frente al dólar es un fenómeno pasajero que se ajustará en pocos meses; además, y más importante, la deuda de Pemex ya es insostenib­le, en cualquier momento sus bonos serán declarados basura por las calificado­ras y eso impactará fuertement­e al país, encarecien­do nuestras deudas.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico