“Urge regresar a la contemplación
LA CREADORA INDICA QUE EN LA CAPITAL DEL ESTADO EL INTERÉS POR ASISTIR A GALERÍAS DE ARTE HA DISMINUIDO
Yosi Anaya, creadora e investigadora con más de cien exposiciones en América y Europa, observa en Xalapa un interés disminuido por la visita a galerías de arte. ¿Crisis, estrés, falta de tiempo? Dice no saber la causa pero sí la importancia de volver a los espacios de calma, contemplación y reflexión.
En su caso, tras doce años de no exhibir de manera individual en la capital del estado, muestra al público “Substancia y alusión. La colección fantasma y complementos”, en la Galería Fernando Vilchis del Instituto de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana, del que es integrante. En entrevista explica que la instalación forma parte de su proyecto continuo “Museo del imaginario”, cuya semilla es “La colección fantasma”, vestimentas que alguna vez fueron habitadas, tuvieron vida y ahora son solo espectros.
La doctora en Artes Visuales por la Universidad de Londres reafirma su interés por congregar en un solo espacio su fascinación por la etnografía, el arte textil, la museografía y la iluminación.
Yosi Anaya propicia el encuentro con un público que tenga oportunidad de lograr una cercanía física con las piezas, sin olvidar el sentido del oído mediante audiovisuales y una comprensión mayor con lectura de textos.
Investigación de tradiciones, técnicas y expresiones textiles resignificadas e inmersas en el arte contemporáneo es la propuesta de quien ha sido asesora de proyectos en las regiones indígenas de la entidad. Quien visite el IAP, en avenida Primero de Mayo número 21 de la colonia Obrero-Campesina, hallará textiles, una serie de imágenes fotográficas, 110 figurinas de barro con huipiles, un museo etéreo y etiquetas del museo.
Estas etiquetas de metal, papel e hilo, explica la autora, están basadas en el estilo de clasificaciones utilizadas en los comienzos de la antropología, información que todavía se encuentra en colecciones etnográficas de diversos y prominentes museos. Llama también la atención el manifiesto donde comparte el porqué de su Museo del Imaginario, que tiene más de 20 años, un museo no fijo, sin un sitio, pero sí con misiones claras.
Algunas de las nombradas por la artista son la documentación y clasificación de su acervo de textiles indígenas, así como un permanente trabajo de campo para estudiar los textiles en su sitio de origen, costumbres y usos como conocimientos fundamentales para su estatus en el acervo. Tener un catálogo del Museo, interacción pública y comunitaria, mantener comisiones para agrandar la colección, exposiciones e intercambio de información con otros museos e instituciones, incluyendo préstamos de piezas para estudio, son otras de sus misiones. La muestra es una continuidad de su interés que tiene de diseñar la museografía.
Se propicia el encuentro con un público que tenga oportunidad de lograr una cercanía física con las piezas.