"Soy feliz con la herrería; hago arte"
Platica que empezar el oficio que aprendió de su padre fue difícil, pero poco a poco se ha ganado la clientela que le sigue
Patricia León Pérez es una de las tantas mujeres que ha roto estereotipos al ser experta en la balconería, un trabajo que para muchos solo lo hacen los hombres; sin embargo, ella demuestra que no es su caso.
Desde su taller, que se localiza en la colonia El Olmo, contó para Diario de Xalapa cómo llegó a su vida la oportunidad de realizar esta actividad y lo que significa ser de las pocas mujeres que trabajan la herrería.
"Esta actividad la vengo realizando hace aproximadamente cinco años, pero hace cuatro ya estoy a cargo por completo de este taller que era de mi papá", platicó mientras le daba forma a una pieza de metal.
León Pérez explicó que antes de ingresar a la balconería vendía en las calles dulces, ropa, entre otras cosas, mientras que su papá y su mamá se encargaban del taller.
Explicó que en esa etapa su mamá, que era la administradora, tuvo un accidente, "entonces al irse ella mi papá empezó a descuidar el taller, por lo que tuve que venir a apoyarlo a pesar de que yo tenía mi otra actividad, que era vender en las calles".
Dijo que en ese momento ella lo cuidaba para que no se lastimara, pues debía cortar y soldar, "entonces un día un cliente le estaba pidiendo un trabajo y no avanzaba y fue que yo dije que tendré que hacer ese trabajo. Yo sabía cortar, pintar, lijar y cosas sencillas, lo demás veía cómo lo hacía mi papá y fue que aprendí".
"Al inicio me sentía comprometida, pero honestamente me gustaba lo que estaba haciendo, porque siempre vi a mi papá cómo lo desarrollaba cuando era niña. Me encantaba ver cómo hacía obras de arte muy bonitas como mariposas y abejas, eso a mí me gustaba mucho", compartió.
Comenzó entonces a trabajar con su papá y ella era la que realizaba los proyectos que llegaban; sin embargo, su mamá no tenía conocimiento de esto, por lo que ella solo recibía de pago 200 pesos y ante eso debía continuar realizando sus actividades de venta en la calle.
Luego su mamá se dio cuenta de la gran capacidad que tenía en el taller, pero no le dio la responsabilidad como encargada,