de marzo de 2024 creíblemente primitivo: “No hay un disco de esa década, lanzado por una discográfica de las grandes, que suene menos profesional. No tiene un solo de guitarra, es un simple chorro de energía en bruto y se convirtió en la mayor influencia del punk británico”.
“En las entrevistas -continúa Stanley- transmitían dulzura y una ingenuidad extraordinaria: 'Tocamos rock and roll, puro sin blues, ni folk, ni cosas de esas', explicaba Johnny Ramone. Pero en 1979 el batería Tommy Ramone dejó la banda y entonces se descubrió que todo obedecía a un concepto de lo más sofisticado, con Tommy de cerebro en la sombra: 'Mi función en los Ramones es la de productor y organizador -le contó a Timothy White en 1978-. Nunca ha habido nada parecido a los Ramones. Usamos acordes en bloque como recurso melódico y las armonías resultantes de la distorsión de los amplificadores, crean melodías contrapuntísticas. El efecto hipnótico de la repetición rigurosa que propulsa la música como una máquina sónica es muy sensual. Es una nueva forma de enfocar la música'.”
Para finales de los años 70 habían grabado cuatro discos en estudio y estaban preparando un quinto, bajo la producción de su héroe de la adolescencia, el músico Phil Spector; en los 80 los Ramones no comprendieron muy bien el cambio generacional del punk a sus diferentes facetas, como sí lo hicieron sus contemporáneos Talking Heads o Blondie (por lo menos hasta la mitad de la década); sin embargo para entonces ya eran una banda definitiva e influyente sobre la siguiente generación de rockeros, los de la música alternativa, el hard core, el noise, y por supuesto el new wave.
“Una de las influencias inmediatas de los Ramones, es la que tienen sobre Motorhead, por ejemplo. Tienen una rola que se llama así “R. A. M. O. N. E. S.”, de alguna forma hay similitudes como sonaban los Ramones y los primeros trabajos de Motorhead. Es un cierto paralelismo de hard rock y metal”, comenta Sánchez Juárez.
HASTA TOCARON EN MÉXICO
Como recordaba el periodista Carlos Meraz en una entrevista con Alejandro Castro, la banda neoyorquina incluso se presentó en este país, antes de la consolidación de la industria de los conciertos local:
"El 2 de julio de 1993, Ramones se presentó junto con The Cult y el Tri en el Gimnasio Juan de la Barrera. Y bueno, el concierto fue un verdadero desastre. El lugar se convirtió en un pandemonium, desde que empezó el Tri las sillas empezaron a volar, porque extrañamente había sillas en el concierto. Antes estuvo The Cult, que pasó sin pena ni gloria, pero Ramones ofrecieron un concierto memorable en el que tocaron unas 30 canciones, aproximadamente. Y bueno, al más puro estilo del grupo, todas las canciones sonaron igual, todas empezaron igual (one, two, three, four...) o muy parecidas y el sonido no era nada bueno, pero en ese concierto dejaron claro, que no es que sus canciones sean cortas, lo que pasa es que las tocan muy, pero muy rápido".
Su último concierto oficial, sin ser una reunión o un aniversario, fue el 6 de agosto de 1996 en The Palace de Los Ángeles, 22 años después de su primera presentación. La gira que los despidió se llamó “Adiós Amigos”, nombre perfecto para una gira que representó el verdadero adiós definitivo.
Como apunta Bob Stanley: “Tras la marcha de Tommy, la máquina sónica de los Ramones siguió en piloto automático otros 20 años y con las muertes de Joey, Johnny y Dee Dee se detuvo para siempre".
Un lustro después de su última gira, fueron muriendo los miembros fundadores de los Ramones. Primero se fue Joey en 2001, después Dee Dee al año siguiente; en 2004 Johnny y una década después Tommy, el único miembro fundador de los Ramones que llegó a la tercera edad.
Entre las enfermedades degenerativas y el abuso de las drogas, los Ramones se apagaron en una era donde el rock aún reclama que sus héroes de la vieja escuela sigan en activo aunque sean octagenarios. Algo que resultaría interesante ver en pleno 2024, una hipotética reunión de Ramones 50 años después de aquel concierto que lo cambió todo y casi nadie supo en su momento que ocurrió.