Ni con chicle
Es increíble ver que la oposición cree que estamos viviendo unas elecciones como las del 2006 y utilice, una vez más, la guerra sucia que en aquel año sí les funcionó. La única razón por la que hacen esto es por la desesperación de ver los fríos números de las encuestas que muestran que su candidata no levanta y tiene pocas esperanzas de subir algo más.
Llevamos ya un tercio del tiempo de esta campaña electoral. Quedan 50 días aproximadamente para ir a votar y elegir a quien estará en el cargo de la presidencia, y la oposición conservadora, en desesperada maniobra, se ha enfilado a tratar de quitar el mayor número de votos a Morena, el gran puntero.
Saben que no ganarán pues los número en ninguna encuesta les dan victoria, pero hacen todo lo que pueden para evitar el llamado Plan C que tanto hemos promovido con la gente, que todos los candidatos de Morena logren todos los escaños desde la presidencia, hasta las cámaras de diputados y senadores.
Una mentira repetida mil veces se vuelve verdad, dice la gran máxima de Joseph Goebbels, ministro de propaganda de Hitler. Y a pesar de que su frase es de varias décadas atrás, sigue siendo usada como una de las principales estrategias en la política mexicana, y mundial, para alzarse con la victoria con el clásico ‘haiga sido, como haiga sido’.
Con toda clase de recursos, ya sean manipulaciones, omisiones o viles mentiras, magnificados con un gran ejército de bots contratados principalmente en redes digitales como Twitter (ahora X), buscan crear realidades e instalarlas como verdaderas. Sin embargo, dichas realidades no están teniendo efecto con la mayoría de los mexicanos; no les está funcionando.
“Entre más mentiras digas de Morena mejor te va”, dijo el publicista Carlos Alazraki hace unos meses en su programa que transmite por Youtube, y algo muy similar dijo hace unos días Jorge Castañeda, exfuncionario en el gobierno de Vicente Fox, al insistir en una entrevista televisiva que la única forma en la que se le puede ganar a Claudia Sheinbaum es con guerra sucia. Están gastando millones de pesos promoviendo mentiras contra Morena, y no están logrando los efectos que quieren.
Es increíble ver que la oposición cree que estamos viviendo unas elecciones como las del 2006 y utilice, una vez más, la guerra sucia que en aquel año sí les funcionó. La única razón por la que hacen esto es por la desesperación de ver los fríos números de las encuestas que muestran que su candidata no levanta y tiene pocas esperanzas de subir algo más. Por ello, atizan con toda clase de rumores, mentiras y tergiversaciones, y lo hacen con fuertes ataques ya no para ganar votos sino para que Morena los pierda y no logre la mayoría en las cámaras que tanto necesita para hacer las reformas constitucionales que se necesitan para consolidar el segundo piso de la 4a. Transformación.
A pesar de todos los millones gastados, y los más que gastarán en los próximos días en guerra sucia, la oposición no comprende porqué no obtiene los resultados que esperan; están totalmente desconectados de la realidad del país al pensar que sólo con campañas de bots se gana una elección. Están ensimismados en su odio contra el Presidente; no pueden aceptar, ni les importa que la vida de millones de mexicanos ha mejorado desde que iniciaron las políticas económicas y sociales de AMLO, especialmente las sociales, las de los apoyos directos de las pensiones o las becas, sobre las cuáles muchos estudios afirman que, al atender de manera inmediata la necesidad económica de la gente, cambió su realidad y cambió para bien.
AMLO prometió a los votantes y cumplió, algo que la oposición en décadas no pudo hacer. Muy por el contrario, les hundió en una larga miseria de la que no hubiesen salido sin los cambios en la política económica y social que llegó a hacer Andrés Manuel, y eso no se olvida.
Así que a pesar de todo su esfuerzo y dinero, sus tergiversaciones y sus bots, no pueden cambiar la realidad de que hay una transformación; sus mentiras no van a funcionar, ni con chicle van a pegar.