Veracruz no es tan violento, dice obispo
Veracruz, Ver.- La violencia es el principal problema que preocupa a los integrantes de la iglesia católica, sin embargo, Veracruz no es tan violento, comparado con otras entidades, así lo consideró el Obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch.
El prelado señaló que este es uno de los temas abordados durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que se realizó del 8 al 12 de abril, donde se concentraron todos los obispos mexicanos y donde insistieron en la urgencia de ir construyendo la paz en México.
Mencionó que si bien la inseguridad es un problema generalizado a lo largo y ancho del país, lo cierto es que hay lugares donde está más pronunciada como es el caso de Guerrero y Guanajuato.
En esas zonas lamentó el crecimiento del secuestro de localidades por parte de bandas criminales, donde ha obligado a las poblaciones de esos lugares a migrar dejando atrás sus hogares, tierras y patrimonio.
Sin embargo no es el único problema que se está enfrentando pues hizo ver que hay otros delitos que nos mantienen asolados a los mexicanos como el cobro de piso, las extorsiones, entre otros.
“Sabemos que el problema más importante es la violencia y sobre todo la falta de libertad, el secuestro en los lugares, en algunas zonas de la república, pues que prácticamente están secuestrados las poblaciones, ya sabemos cómo en Guanajuato hay mucha violencia, en Guerrero y en otros lugares”.
“En algunos que antes había mucho se ha calmado, pero ese es un tema muy constante en los obispos, una preocupación constante, sobre todo que a la gente no la estén dejando trabajar y vivir bien, porque hay una especie que le cobren piso, y que los estén extorsionando, ese tipo de cosas es la que no preocupan a los obispos”, comentó.
Carlos Briseño señaló que ante ese panorama siguen insistiendo en el llamado a las autoridades para que refuercen la seguridad a fin de que los habitantes puedan vivir con paz y tranquilidad.
“Siempre se les está pidiendo que ayuden y colaboren para que verdaderamente haya estado de derecho y los habitantes tenga de alguna manera protección”, dice.
Los obispos por su parte también siguen haciendo lo propio, fungiendo en algunos casos mediadores con la delincuencia para generar el ambiente de paz y respeto, aunque lo cierto es que es un tema complicado.