Mejora la salud bucal ¿Qué es el seno maxilar?
Los implantes con biomateriales ayudan a que los pacientes recuperen la sonrisa y evitan complicaciones posteriores
Ayudar a que el paciente tenga una rehabilitación completa y adecuada es uno de los objetivos del Dr. Pedro Hernán Rosel Quijano, quien atiende en la Clínica Rosel Quijano.
Explica que uno de los procedimientos por los que va más la gente es por los implantes dentales, los cuales pueden ser hechos con materiales como equinos, bovinos y los dientes del mismo paciente.
“Cuando hay oportunidad se puede usar el tercer molar del paciente que es molido con la tecnología Kometabio, para luego mezclarlo con un plasma rico en factores de crecimiento (que producimos con la centrifuga BTI) y así obtener una membrana que será insertada en el seno maxilar”, explica el dentista.
Añade que para asegurar una mejor osteointegración se remoja el implante en esa mezcla.
La regeneración ósea del seno maxilar se ha ido innovando para mejorar el pronóstico de los tratamientos de implantes en odontología. “Gracias a la aparición de tecnología que facilita la obtención de los biomateriales podemos generar este tipo de implantes con los que se evitan procedimientos traumáticos en los pacientes y aumenta el porcentaje de éxito en la rehabilitación”, enfatiza el Dr. Rosel Quijano. Para entender el porqué del uso de los implantes con biomateriales, se debe saber que si el seno maxilar no tiene la profundidad ósea adecuada, se debe hacer un método para lograr tener espacio para insertar el implante.
El médico explica que el seno maxilar es la cavidad neumática de forma piramidal, situada en el maxilar superior, formada por el proceso alveolar y parte del pa- ladar duro.
Está tapizado por una membrana mucosa de epitelio llamada “Membrana de Schneider”, la cual está adherida al periostio. El suelo del seno está formado por la cresta alveolar que se relaciona con los ápices de los premolares y molares superiores.
Con el paso del tiempo el seno maxilar se agranda y la cresta se reduce (esto es ocasionado por extracciones previas de premolares, molares, sinusitis y la edad), provocando que el espesor del hueso crestal disminuya imposibilitando tener un área ósea óptima para el implante.
“En esas condiciones se ne- cesita una cresta de grosor de cuatro milímetros para poder colocar el implante y aun así es muy difícil, por lo que se debe regenerar el área con un plasma rico en factores de crecimiento y biomateriales, que serán puestos al interior del seno maxilar por medio de dos técnicas quirúrgicas: abordaje lateral y crestal.
El abordaje lateral
Como se muestra en la infografía de arriba en el abordaje lateral se trabaja a un costado del maxilar, desprendiendo la mucosa y abriendo una ventana ósea (con ayuda de un piezotomo) que se levanta sin romper la membrana de Schneider para depositar el plasma rico en factores de crecimiento para luego cerrar la ventana y suturar.
Abordaje crestal
Este se hace en el área desdentada llamada cresta, con la técnica hidrodinámica Intralift. Por medio de una tomografía se puede conocer el grosor óseo que será cortado con una fresa especializada de corte frontal.
Al llegar a la zona se coloca en el piezotomo una punta hidrodinámica de microcavitación que distribuye un suero que desprende la membrana de Schneider para instalar los biomateriales.