¿Hacer deporte sin desayunar?
Efectos positivos gracias al ayuno y la actividad física
Entrenar con el estómago lleno o vacío puede parecer una nimiedad, pero “El País” publicó recientemente estudios que avalan los beneficios de hacer deporte en ayunas. Uno de ellos es que mejora la sensibilidad a la insulina, lo que se da a notar en la tesis del neurocientífico Mark Mattson, de la Universidad de Johns Hopkins (Baltimore, EE. UU.).
En ella afirma que el cuerpo segrega insulina en respuesta a una comida, pero esta hormona de almacenamiento funciona mejor cuando ayunamos durante unas horas e ingerimos algo después. Dado que entre sus funciones está también la mejora de la irrigación sanguínea a los músculos, si optimizamos su trabajo (yendo al gimnasio con el estómago vacío y tomando algo al salir), lograremos mejores resultados.
“Hay estudios que evidencian que la abstinencia de comida es una estrategia útil para estimular adaptaciones fisiológicas en el músculo que eventualmente pueden contribuir a mejorar el rendimiento del ejercicio de re- sistencia”, sentencia Margarita Pérez, catedrática de Fisiología del Ejercicio en la Universidad Europea.
Otro de los beneficios, según un estudio de la Universidad de Virginia, el deporte en ayunas potencia la hormona del crecimiento, imprescindible para generar masa muscular. 24 horas sin probar bocado elevan un 2,000% la producción de esta hormona en hombres y un 1,300% en mujeres. Sin embargo, la catedrática matiza que “aunque hay trabajos que avalan el efecto del ejercicio en ayunas sobre la producción aguda de algunas hormonas anabólicas, se necesitan estudios longitudinales que analicen el efecto a largo plazo y aíslen todos los factores de confusión para poder achacar al ayuno el efecto encontrado”.
Por su parte, Miguel Garber, cardiólogo y director médico de la Clínica Revitacell, especializada en Medicina Deportiva, recomienda 12 horas de ayuno y no hacerlo nunca antes de una actividad anaeróbica, como el levantamiento de pesas.
Aunque los estudios presentados abren una vía de investigación interesante, según los fisiólogos consultados por “El País”, hacen falta análisis más amplios para obtener unos resultados concluyentes.