Tener descansos en una dieta rigurosa sería esencial para lograr la meta y bajar de peso, de acuerdo con científicos la Universidad de Tasmania.
Revelan por qué puede dificultarse tener el peso ideal
¿Qué se puede hacer para bajar definitivamente de peso y sin rebote? Según un estudio llevado al cabo por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tasmania en Launceston (Australia), la clave parece estar en alternar la dieta con periodos de “descanso” cada dos semanas. O lo que es lo mismo, seguir una “dieta intermitente” y evitar las llamadas “dietas continuas”.
Nuala Byrne, directora de esta investigación publicada en la revista “Inter national Journal for Obesity” y reseñada en el portal “ABC Salud”, comenta que el objetivo del estudio fue evaluar la “reacción a la hambruna” que experimenta todo organismo sometido a una dieta continuada y su impacto sobre la pérdida de peso en adultos con obesidad.
Para ello, los autores dividieron a los participantes en dos regímenes dietéticos en los que se restringió en una tercera parte la ingesta “nor mal” de calorías: un primer grupo en el que la dieta se mantuvo de forma continua y constante a lo largo de 16 semanas; y un segundo grupo en el que se alternaron, durante un total de 30 semanas, dos semanas de dieta y dos semanas con un régimen alimenticio diseñado para mantener el peso.
En este contexto, debe tenerse en cuenta que, por una parte, la dieta seguida por los participantes de ambos grupos fue similar y, por otra, que la duración total de la dieta fue igual para todos los participantes. Entonces, ¿los resultados fueron igualmente similares? Pues no.
Los participantes en el segundo grupo no sólo per- dieron más peso, sino que recuperaron menos kilos a la conclusión del estudio. Concretamente, y frente a aquellos sometidos a la dieta continua durante 16 semanas, presentaron un promedio de ocho kilos menos de peso corporal a los seis meses de la finalización de la dieta.
Como indica Nuala Byrne, “seguir una dieta altera una serie de procesos biológicos en el organismo que ralentizan la pérdida de peso y, muy probablemente, conlleven a una ganancia de kilos. Cuando reducimos nuestra ingesta energética durante la dieta, el metabolismo en re- poso se reduce de una forma mucho mayor de lo esperable”. Añade que hay un fenómeno llamado ‘ter mogénesis adaptativa’ que causa que la pérdida de peso sea más difícil de lograr.
Numerosos estudios han constatado que cuanto más duradera es una dieta, más difícil es lograr la ansiada pérdida de peso. Por tanto, parece que la clave para eludir que la ‘reacción a la hambruna’ eche a perder la dieta se encuentra en alternar la dieta y el descanso. Pero no vale ‘descansar’de cualquier manera. Por ejemplo, no sirven las dietas, cada vez más populares, en las que los periodos de ayuno se alternan con otros en los que la persona puede comer cuanto quiera. O al menos si el objetivo es perder los kilos para siempre.