Etapa importante
El licenciado en Gerontología Alejandro Matar Puerto explica en entrevista la importancia de aprender a relacionarse con los adultos mayores.
Se estima que para el 2050 la población global de adultos mayores se habrá duplicado, pasando de 11% en el 2006 a un 22%. “Se trata de un grupo poblacional que va en incremento y se requiere de profesionales que puedan brindar una atención personalizada al adulto mayor, para que éste pueda entender sus alcances como persona”, dice el licenciado en gerontología Alejandro Matar Puerto, maestro de la Universidad Mesoamericana de San Agustín (UMSA).
El especialista explica que la Gerontología estudia el proceso de envejecimiento y en nuestro país es relativamente nueva, pues emergió en el año 2004.
“Muchas veces no nos preparamos para cursar esa etapa. No sabemos los cambios que habrá dentro y fuera de nuestro organismo y los cambios sociales que se van presentando. Lamentablemente la sociedad no está preparada para tener contacto con el adulto mayor, pues se piensa que es gente que ya está en decadencia”. Sin embargo, añade que parte del objetivo de los profesionales en Gerontología es cambiar esos estereotipos negativos para que la gente le pierda el miedo a la vejez.
Profesión necesaria
En la UMSA el plan de estudios de la Licenciatura en Gerontología abarca 8 semestres y el principal objetivo es que el alumno desarrolle habilidades en distintas áreas para establecer la cercanía con esta población.
Aunque hay distintas especialidades, “procuramos que los alumnos tengan una formación cálida y de servicio. Es una población que demanda mucho afecto. A veces se les otorga todos los servicios, pero cuando hemos trabajado con ellos nos dicen que lo que más necesitan es escuchar un ‘te quiero’ o ‘te necesito’”.
Señala que el licenciado en Gerontología tiene la tarea de favorecer el envejecimiento activo, es decir proveer las herramientas para que el proceso sea placentero, enfocándose en la salud física, mental y emocional. Además, el gerontólogo ayuda a toda la familia a recibir la orientación adecuada para prepararse ante los cambios propios del envejecimiento.
“Las personas deben aprender a visualizar al adulto mayor como personas dignas de respeto, con bagaje de información que puede compartir con las nuevas generaciones. Es un grupo poblacional importante y hay que darle el auge y el impulso necesario para que su voz se pueda escuchar”, enfatiza.
Parte de la preparación ante el aumento de adultos mayores, comenta Alejandro Matar, es que los profesionales en gerontología transmitan a la sociedad la importancia de las llamadas ciudades amigables, es decir, lugares cuyos espacios se adapten a las necesidades del adulto mayor. “Como gerontólogos apostamos porque la visión de quienes se encargan de la infraestructura pueda tomar en cuenta estas necesidades”.—