Cambia la manera en que te percibes
Hace unas semanas una persona me escribió un mensaje comentando “siento que mi autoestima está por los suelos, ¿usted podría ayudar me?”. Le contesté que sí y le di cita.
Al preguntarle sobre los síntomas, empezó la lista diciendo: “Nada de lo que hago es valioso y tengo miedo a fracasar. Hace unos días me ofrecieron una posibilidad de ascenso en mi trabajo, pero no creo merecer una oportunidad, sobre todo ahora que me estoy volviendo alcohólica. Todo empezó porque por tercera vez me junté con un hombre que me engaña con otra; el último me dijo que me lo merecía y estoy segura que sí”. Con ello, me quedó claro que su autoimagen y autoconcepto estaban muy dañados.
Tener la autoestima baja es más grave de lo que pensamos, pues tenemos una imagen deforme de nosotros mismos. Aquí está el problema: va a dar igual que seas una persona inteligente o bella, pues la baja autoestima te hará creer que eres una persona que no vale nada.
Las personas con la autoestima baja suelen ser muy exigentes consigo mismas y perfeccionistas. El miedo al fracaso se une a la falta de seguridad en sí mismas.
Además, suelen agobiarse por pequeños problemas y se rinden ante las dificultades; suelen acumular más fracasos que éxitos, aunque probablemente sea porque recuerdan con más facilidad los errores que los aciertos.
Por otro lado, tener baja autoestima hace que las personas se castiguen de mu- chas formas, son más propensos a tener adicciones y suelen apartarse de la gente que las quiere.
Por lo general, tener una autoestima baja hará que no tengas muchas relaciones sociales y tus amigos serán personas con las mismas características o tendrán un comportamiento agresivo y su trato influirá en la creencia de que no vales nada.
Sin embargo, es posible cambiar esta creencia con hipnosis natural en menos tiempo del que te imaginas para estar bien contigo mismo y con los demás.
De igual forma, para construir una autoestima sana desde la infancia se debe evitar expresiones negativas sobre las conductas de los chicos, porque si una persona se acostumbra desde pequeños a insultos, es muy probable que utilice las expresiones consigo misma durante la adultez.
Por el contrario, expresiones como: “La próxima vez lo harás mejor”, “qué rápido estás aprendiendo” o “bien hecho”, se vuelven potencializadoras de nuestro bienestar y nos ayudan a construir una autoimagen sana.