Trastorno
Plaguicida podría relacionarse con este trastorno
Científicos descubrieron la primera prueba de que la exposición materna a los insecticidas está asociada con el autismo en la descendencia.
El autismo es un trastorno del desarrollo que afecta aproximadamente a 1 de cada 160 niños, según la Organización Mundial de la Salud, y sus síntomas suelen comenzar en la infancia y continuar hasta la adolescencia y la edad adulta.
Hasta el momento la causa del autismo y cómo se desarrolla sigue en debate, pero es ampliamente reconocido que es probable que haya interacción entre los factores ambientales y genéticos.
“Muy Interesante” informa que recientemente científicos de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, Es- tados Unidos, unieron fuerzas con investigadores de la Universidad de Turku y del Instituto Nacional de Salud y Bienestar, ambos en Finlandia, para investigar si podría haber vínculos entre la exposición a los pesticidas y el riesgo de autismo. En particular, estaban interesados en el dicloro difenil tricloroetano (DDT).
Peligroso químico
El DDT es un plaguicida muy eficaz prohibido en muchos países, pero todavía se usa para controlar los mosquitos y otras plagas en áreas con tasas altas de malaria, como ciertas partes del África subsahariana.
Es un contaminante orgánico persistente que se puede acumular en el organismo y puede atravesar la placenta. Para saber si el DDT está relacionado de alguna manera con el desa- rrollo del autismo en algunas personas, utilizaron datos del Estudio Prenatal Finés del Autismo. Los científicos analizaron muestras de suero de más de 750 niños con autismo y una gran cantidad de sujetos de control sanos.
El resultado
El equipo midió los niveles de dicloro difenil dicloroetileno (DDE), un producto de degradación del DDT. Descubrieron que el riesgo de que un niño desarrollara autismo era un tercio más alto si su madre tenía niveles elevados de DDE en sangre.
De manera similar, el riesgo de que un niño tenga autismo con discapacidad intelectual se duplicó con creces cuando los niveles de DDE de la madre se encontraban en el percentil 75 o superior.
Los autores escriben que sus hallazgos “proporcionan la primera evidencia basada en biomarcadores de que la exposición materna a los insecticidas está asociada con el autismo en la descendencia. Estos productos químicos todavía están presentes en el medio ambiente y están en nuestra sangre y tejidos”, explica Alan S. Brown, líder del trabajo.