Especialistas piden tener mayor cuidado con el uso de un fármaco
Advierten sobre consecuencias de benzodiacepinas
Aunque pueden ser un remedio a corto plazo para calmar la ansiedad, resolver un problema de insomnio o aliviar la depresión, el uso de las llamados benzodiacepinas, puede convertirse en crónico a largo plazo en uno de cada cuatro adultos.
Según una nueva investigación publicada en “JAMA Internal Medicine” y retomada por “ABC”, un equipo de la Universidad de Michigan y la Universidad de Pensilvania (EE.UU.), analizó el uso de benzodiazepinas en un grupo de 576 adultos, la mayoría de los cuales había recibido las recetas de sus médicos de atención primaria y no de un especialista.
Además, según un artículo publicado en “The New England Journal of Medicine”, el consumo de este tipo de fármacos puede estar convirtiéndose en una nueva epidemia en Estados Unidos. El estudio advertía que las muertes por sobredosis vin- culadas a las benzodiazepinas pasaron de 1,135 a casi 8,791 entre 1999 y 2015.
El consumo a largo plazo de estos medicamentos es un grave problema, asegura la psiquiatra Lauren Gerlach, autora principal del estudio. Los datos, añade “muestran que necesitamos ayudar a los proveedores a que inicien los tratamientos con prescripción de corta duración e involucrar a los pacientes en discusiones sobre cuándo reevaluar sus síntomas y comenzar a disminuir las dosis para finalizar la terapia”.
Además, “debemos educar a los proveedores sobre alternativas efectivas de tratamiento no farmacéutico”.
La ansiedad se ha convertido en uno de los problemas mentales más citados. Sin embargo, buscar como única solución la ingesta de ansiolíticos puede conllevar problemas asociados, señala el Dr. José Ramón Azanza, director de Farmacología Clínica de la Universidad de Navarra.
“Es difícil combatirlo ya que es un tratamiento rápido, muy eficaz y es muy difícil percibir sus efectos en la capacidad cognitiva”, dice. Ante estos efectos adversos, se recomienda un uso moderado de los ansiolíticos. “Los especialistas recomiendan no consumir una benzodiacepina más de 14 días. Salvo en pacientes con psicopatología grave”.
Como con todo tratamiento médico, también es recomendable que el especialista lleve un seguimiento con el que pueda valorar cómo está actuando el fármaco, si es necesario cambiar de procedimiento o si ya no es necesario continuar con él.