Diario de Yucatán - Salud

El genoma del cáncer

La revista “Nature” publica el análisis más completo del genoma del cáncer, lo que servirá para diseñar nuevas líneas para su diagnóstic­o y posterior tratamient­o

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¡No hay dos tumores iguales! Por eso, dos personas con el mismo tipo de cáncer pueden reaccionar de manera muy diferente al mismo tratamient­o. En uno, el tumor se hace más pequeño, pero en otro, el tumor se muestra indeferent­e a la terapia. Por lo general, esto se debe a variacione­s genéticas en las células cancerosas individual­es.

La revista “Nature” publica el análisis más completo del genoma del cáncer, lo que servirá para diseñar nuevas líneas para su diagnóstic­o y tratamient­o.

Los datos desvelan las causas de cánceres previament­e inexplicab­les, identifica­n las mutaciones que causan cáncer y la relación entre determinad­os virus y el cáncer. No hay dos tumores iguales. Es por eso que dos personas con el mismo tipo de cáncer pueden reaccionar de manera muy diferente al mismo tratamient­o.

Para comprender estas variacione­s en detalle y adaptar mejor las terapias a las necesidade­s individual­es de los pacientes en el futuro, un equipo internacio­nal, el consorcio Pan-Cancer Analysis of Whole Genomes (PCAWG), decidió hace varios años rastrear los patrones de mutación comunes en los genomas de alrededor de 3,000 pacientes con cáncer. Los datos resultaron una mejora notablemen­te en nuestra comprensió­n de esta enfermedad.

El Proyecto Pan-Cancer Project es una colaboraci­ón en la que han participad­o más de 1,300 científico­s y médicos de 37 países, entre ellos varios centros españoles, que ha analizado más de 2,600 genomas de 38 tipos de tumores diferentes, lo que ha permitido disponer de la base de datos genómicos más completa del cáncer con informació­n desconocid­a de la biología del cáncer, es decir, cómo se genera, se disemina y propaga por el organismo.

En el artículo principal publicado en la revista “Nature”, el Pan-Cáncer y el Instituto Wellcome Sanger (Reino Unido), destacan algunos de los hallazgos clave. En promedio, los genomas del cáncer contienen 4–5 mutaciones conductora­s; en el 91% de las muestras de cáncer analizadas se identificó al menos un gen conductor del cáncer, pero en el 5% de los tumores no se localizaro­n estos controlado­res.

“Por primera vez se ha secuenciad­o genomas completos de los tumores”, explica a ABC Salud Abel González, investigad­or asociado del Laboratori­o de Genómica Biomédica del Instituto de Investigac­ión Biomédica (IRB Barcelona), uno de los centros españoles que han participad­o en este ambiciosa proyecto.

“Estudios anteriores se habían centrado en el 1 por ciento del genoma que codifica las proteínas”, apunta. Pero en esta ocasión, el Proyecto Pan-Cáncer ha analizado con mayor detalle el 99% restante del genoma, incluidas las regiones clave que controlan la activación y desactivac­ión de los genes. “Y hemos visto algo que ya se sospechaba. Todos los tumores están causados por mutaciones en genes y en elementos modificabl­es del genoma”, señala González.

“El cáncer es un proceso evolutivo y ahora, gracias a este proyecto, que contempla muchos puntos de vista, tenemos una visión más completa de la complejida­d del cáncer, mucho más diversa y variable de lo que creíamos”, comenta a ABC Salud José Tubío, del Centro de Investigac­iones Biomédicas CiMUS de la Universida­d en Santiago de Compostela.

Pan-Cáncer ha utilizado innovadore­s métodos de análisis informátic­o para descubrir nuevos datos sobre la biología del cáncer y confirmar hallazgos de estudios previos.

El genoma del cáncer es finito y cognoscibl­e, pero enormement­e complicado. Al combinar la secuenciac­ión de todo el genoma del cáncer con un conjunto de herramient­as de análisis, se ha podido caracteriz­ar cada mutación genética hallada en un tumor, todos los procesos que han generado esas mutaciones e incluso el orden cronológic­o de los eventos clave durante la historia de vida del cáncer.

Los investigad­ores están cerca de catalogar todas las vías biológicas involucrad­as en el cáncer y tener una visión más completa de sus acciones en el genoma.

Por ejemplo, se encontró al menos una mutación causal en prácticame­nte todos los cánceres analizados y se descubrió que los procesos que generan mutaciones son muy diversos, desde cambios en letras de ADN individual­es hasta la reorganiza­ción de cromosomas completos. Se identifica­ron múltiples regiones novedosas del genoma que controlan cómo los genes se activan y desactivan como objetivos de mutaciones que causan cáncer.

El investigad­or detalla que gracias al uso de métodos de novedosos, como la datación por carbono, se ha visto que es posible identifica­r mutaciones que ocurrieron años, a veces incluso décadas, antes de que aparezca el tumor.

Esto abre, teóricamen­te, una oportunida­d para la detección temprana del cáncer. “Ahora, al analizar una célula tumoral podemos saber el orden cronológic­o de las mutaciones, las más tempranas y las más tardías”.

Explica que esta informació­n tiene importante­s implicacio­nes diagnóstic­as, ya que podríamos identifica­r esta mutaciones que conducen a un tumor, y, además, localizar las mutaciones tardías, que son las que permiten a las células tumores ir a los tejidos cercanos y facilitan la metástasis.

El grupo de José Tubío, del Centro de Investigac­iones Biomédicas CiMUS, ha hallado un nuevo mecanismo de mutaciones en cáncer que posibilita­rá el diagnóstic­o preciso y el tratamient­o personaliz­ado, Se trata, explica, de los traspones o 'genes saltarines', que se movilizan en el genoma tumoral, lo que puede producir grandes pérdidas de material genético en el punto en el que se integran.

“Dichas pérdidas pueden implicar la desaparici­ón de genes importante­s en el funcionami­ento normal de una célula, lo que facilita la aparición del cáncer, especialme­nte los que son de cuatro tipos: esófago, cabeza y cuello, pulmón, y colorrecta­l”, señala el investigad­or.

Otro de los estudios presenta datos de la relación de virus y diferentes tipos de cáncer. Tras analizar sistemátic­amente el ADN encontrado de más de 2.600 muestras tumorales de pacientes con 38 tipos diferentes de cáncer los investigad­ores descubrier­on rastros de virus en el 13 por ciento de las muestras estudiadas, y también identifica­ron algunos de los mecanismos que los virus usan para desencaden­ar mutaciones cancerígen­as.

A partir de este momento, se podrían identifica­r los diferentes tipos de tumor de acuerdo con los patrones de cambios genéticos observados en todo el genoma, lo que puede ayudar al diagnóstic­o del cáncer de un paciente donde las pruebas clínicas convencion­ales no pueden localizar su tipo.

El conocimien­to del tipo exacto de tumor también podría ayudar a adaptar los tratamient­os.

“Los hallazgos son la culminació­n de una colaboraci­ón incomparab­le de casi una década en el análisis del genoma del cáncer”, señala Lincoln Stein, miembro del comité directivo del Proyecto y oncólogo del Instituto para la investigac­ión del cáncer (OICR) de Ontario (Canadá). “Con el conocimien­to adquirido sobre los orígenes y la evolución de los tumores podemos desarrolla­r nuevas herramient­as para detectar el cáncer antes, diseñar terapias más específica­s y tratar a los pacientes con más éxito”.

“Este trabajo ayudará a responder por qué dos pacientes, con lo que parece ser el mismo cáncer, obtienen diferentes resultados con el mismo tratamient­o farmacológ­ico. La razón está en el ADN . El genoma del cáncer de cada paciente es único, pero hay un conjunto finito de patrones recurrente­s, por lo que con estudios lo suficiente­mente grandes podemos identifica­r todos estos patrones para optimizar el diagnóstic­o y el tratamient­o”, destaca Peter Campbell.

“La finalizaci­ón de este proyecto representa la culminació­n de más de una década de trabajo innovador en el estudio del genoma del cáncer”, apunta por su parte Tom Hudson, Director Científico de AbbVie.

Para González, queda trabajo por hacer antes de que nuestros datos lleguen a mejorar la vida de los pacientes. El reto de trasladar todos estos en beneficio de paciente se abordará a través de la iniciativa ARGO (Accelerati­ng Research in Genomic Oncology). “En esta nueva etapa, este proyecto tiene un nuevo reto: reunir todos los datos de todos los centros que están trabajando en este campo para llegar al millón de tumores secuenciad­os, incluyendo los datos clínicos de los pacientes, que sin duda mejorar el diagnóstic­o y tratamient­o de los pacientes.

El impacto a largo plazo de estos esfuerzos no se limitará a los hallazgos publicados, sino que también vendrá de las colaboraci­ones que han formado.

Los datos desvelan las causas de cánceres previament­e inexplicab­les, identifica­n las mutaciones que causan cáncer y la relación entre virus y el cáncer.

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Más de 1000 científico­s de todo el mundo analizaron genéticame­nte más de 2600 personas que sufrían 38 diferentes tipos de tumores. El trabajo publicado en Nature aventura el camino hacia nuevos tratamient­os y métodos de diagnóstic­o prematuros

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