Diario de Yucatán - Suplemento Especial
Neurocirugía endoscópica,
Un avance médico trascendente
Todo proceso quirúrgico mayor conlleva un grado de riesgo, por lo que es necesario contar con doctores expertos y el equipo y proceso adecuado para cada intervención. El doctor José Luis Lozano Marín, neurocirujano del Centro Médico de las Américas, nos platica sobre los abordajes endoscópicos al cerebro.
Un abordaje endoscópico es aquel en el cual el cirujano se ayuda de un equipo especializado llamado endoscopio, un tubo para la exploración visual de las cavidades internas del cuerpo humano. El doctor Lozano explica: “Tiene la finalidad de hacer el abordaje mucho más preciso, nos permite observar nuestro objetivo con mayor precisión y a través de una ventana más segura porque es un procedimiento de mínima invasión”.
Aunque el uso más conocido del endoscopio es el de sus aplicaciones en abdomen, Lozano Marín expresa que el avance es significante, “ha sido tal que la endoscopía se puede utilizar en el ámbito cerebral, podemos observar la cavidad craneana y la tecnología es muy similar a lo que es el endoscopio en cuanto a su tecnología y su diseño, pero el objetivo es observar estructuras del cráneo e incluso de la médula espinal”.
Al preguntarle sobre los usos, refiere que se utiliza mucho en neurocirugía pediátrica, “en pacientes con hidrocefalia por ejemplo, para hacer un proceso que se conoce como tercer ventrículostomía con el cual se evita la necesidad de poner una válvula de manera fija”. Éste es un sistema protésico que va de la cavidad ventricular hacia el abdomen para sacar el líquido. Otros padecimientos en los que se puede utilizar es en tumores cerebrales, aneurismas, aplicación de tornillos a nivel de columna vertebral o en procedimientos de toma de biopsia o de abordaje en casos de invasión a la columna de manera precisa.
El doctor estima que el uso de esta tecnología en Mérida tiene aproximadamente cinco años, pero el CMA lo utiliza desde hace dos años y medio. “El uso del endoscopio le da ventajas muy importantes a un procedimiento”, explica, “porque acorta tiempos quirúrgicos, lo hace más preciso, reduce el riesgo de complicaciones transoperatorias y, como en todo proceso endoscópico, estamos viendo de cerca lo que queremos resolver. El principio actual es obtener la mínima retracción posible, es decir: la mínima separación de estructuras. Se entiende que en lugares como el abdomen no importa si hay un ligero desplazamiento en las estructuras en cuestiones de pequeños centímetros. En el cerebro no podemos hacer esto porque son estructuras muy delicadas en las que no podemos mover más que milímetros, con el endoscopio no requerimos retracción cerebral”.
Ventajas del endoscopio
La neurocirugía endoscópica ha venido a cambiar la manera como se abordan los casos, ha venido a lograr una mayor cercanía con las lesiones, una notoria reducción del tiempo en estancia hospitalaria y un mejor control de la operación. Antes de contar con esta tecnología se utilizaba el abordaje abierto, con operaciones de entre 50 o 60 minutos, “ahora los tiempos se reducen y se mantiene el cuidado de hacer la cirugía sin perder el objetivo final. Lo más importante es que facilita la correcta ejecución de las cirugías manteniendo la terapéutica que se busca, manteniendo el objetivo final”. La neurocirugía asistida por un endoscopio permite procesos más sencillos, más precisos y más eficaces.
El endoscopio permite la operación de lesiones en lugares de difícil acceso, dándole al neurocirujano una vista perfecta de áreas que sería imposible ver de otra manera. El control de la cirugía es mejor por lo que el riesgo de lesión es mucho menor que si se realiza con un microscopio, donde “podríamos tener la cercanía, pero no podemos ver lo que esté contenido dentro de una bolsa, pues el instrumento limita la perspectiva y no permite hacer revisión interna”.
Hay endoscopía rígida y flexible. Con la segunda podemos llegar a más sitios, permite evadir áreas y maniobrar, con el entrenamiento adecuado el neurocirujano puede manejar el endoscopio hasta la médula cervical por medio de una sola inserción en el cráneo. Por otro lado, la endoscopía rígida se reserva para casos en los cuales no necesito sortear obstáculos que serían estructuras vitales neurológicas de la anatomía cerebral, sino que se pueden accesar de manera directa.