Un récord en propagación

Sudáfrica da a conocer el 24 de noviembre que había detectado en sus fronteras una nueva cepa de Covid-19. Se trata de Ómicron, hoy día la cepa más extendida en todo el mundo, pero también la menos peligrosa.

Aunque para ese entonces apenas se habían reportado algunos casos fuera de África, la preocupación por la transmisibilidad y peligrosidad del virus corre por todo el mundo. De hecho, hoy es el virus con la propagación más rápida de la historia, según Roby Bhattacharyya, experto en enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, en los Estados Unidos.

Ante esto, dos días después, la Organización Mundial de la Salud determina que su índice de peligrosidad era alto y fácilmente contagioso. Este anuncio conlleva que numerosos países, entre ellos Estados Unidos, Canadá y los de la Unión Europea, tomen medidas drásticas.

La variante se detect a un ritmo de contagios más rápido que en anteriores surgimientos, lo que indicA que su transmisibilidad es muy alta y su propagación, inminente, señalan expertos en salud.

Aunque no indicaron si la cepa era más o menos resistente a las vacunas, sí señalaron que las pruebas de diagnóstico con PCR seguían siendo válidas y seguras. Hoy sigue estudiándose el impacto en vacunados y no vacunados.