Diario de Yucatán - Suplemento Especial
Implosión en alta mar
El 18 de junio, un submarino que llevaba a cinco turistas a ver los restos del Titanic desapareció en aguas del Océano Atlántico. Después de varios días de búsqueda, primero para intentar rescatar a los pasajeros, y después para lograr respuestas a la tragedia, se encontraron algunos restos del sumergible.
La principal teoría del suceso es que la nave acuática, de nombre Titán, implosionó debido a la presión a medida que descendía hacia el Titanic. Los cinco pasajeros fallecieron en el acto.
A bordo del sumergible viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet, y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que lo operaba.
A diferencia de otros submarinos, Titán sólo era una nave sumergible, lo que significa que necesitaba de un barco en el exterior para que lo transportara a tierra firme.
Poco a poco, algunas historias salieron a la luz, como la de Suleman, el hijo de Shahzada Dawood. El joven buscaba un Récord Guiness al completar el cubo de Rubik en solo 12 segundos a 3,700 metros de profundidad. También se supo que él no viajaría en un principio, ya que era su madre y esposa de Shahzada quien estaría en el Titán. Sus ganas de completar la hazaña para el récord cambiaron su destino.
Semanas después del suceso y una vez confirmadas las peores noticias acerca del paradero de los cinco pasajeros de Titán, la empresa operadora del mismo, OceanGate, anunció que suspendió todas sus operaciones comerciales y sus viajes de exploración.